ABRIL MES DE FESTEJOS E IMAGINACIÓN / Genoveva Mora Toral
Danzar es moverse (aún en la quietud), hacer teatro es crear un tiempo propio en complicidad con el espacio real de la escena y conjugarlo en presente en cada aparición; sin embargo, en días como estos el tiempo se ha vuelto des-tiempo para convertirse en un viaje al tiempo ‘otro’, aquel que fluye en nuestro interior; en él danzamos, adentramos ese cuerpo sin cuerpo que es el pensamiento para dejarlo indagar en las entrañas de antiguas y nuevas pre-ocupaciones, y también de gozo.
Creo, porfiadamente que este paréntesis es una oportunidad para regresar la mirada, e intentar colocar las preguntas cuyas respuestas han estado en espera o, en lenta e indecisa elaboración.
Así como lo señala Quignard en su Origen de la Danza, antítesis de la historia formal, que decanta en la imposibilidad de recuperar el pasado, hoy, nos ubica en este presente. Parangonando uno de los símbolos usados por este autor, el de Medea, diría que danza y teatro están en su “mediodía”, tiempo detenido en sus tiempos. No por la imposibilidad de crear ni imaginar las maneras de sostenerlas vivas, sino más bien por el componente social que a bailarinxs y comediantes los ha colocado fuera de tiempo. O, quizás, es precisamente esta extra-ordinaria coyuntura, la confirmación de un constante ‘fuera de tiempo’, vivido en la escena y en la formalidad cotidiana. Siguiendo a Quignard, “sus gestos buscan, en un pasado irrecuperable pero real”, porque ya antes de su nacimiento como artistas, no existían políticas que los ampare.
El síndrome de Ulises. Foto Archivo El Apuntador
Varios y en distintos momentos ha estado presente la preocupación, las propuestas que se han ido desvaneciendo, unas veces por falta de acuerdos, de concreción, o de inatención de parte del Estado. En este presente se reconfirma la vulnerabilidad de un grupo humano que dedica su vida al arte. Se han vuelto a elevar voces con justos reclamos, con inteligentes reflexiones, repletas de sensibilidad; no obstante, escasean propuestas concretas; algo se ha elaborado, como lo hicieron en la mesa Artistas en acción frente a la emergencia, donde se habló de posibles fondos de un porcentaje de las utilidades de BEDE legalmente dedicado al gremio; del fondo de Arte para todos; otras propuestas como la de buscar apoyo internacional, etc.etc., entre otros señalamientos. Pero la expectativa es una instancia, mas, la formalización de las buenas ideas es siempre el gran talón de Aquiles. ¿Cómo organizarse? Esa es la pregunta, aún sin respuesta.
Y esta es la inaplazable tarea; es, una vez más la oportunidad de concretar un lazo de gestión con el Estado. Es, sin duda, el momento de reconocer que los artistas (aunque muchxs protesten) tienen grandes ideas pero no la capacidad de ejecución, por eso es menester asesorarse, buscar el apoyo legal que de trámite a las peticiones y, de una vez por todas se inscriban legalmente las políticas culturales de las que tanto hablamos y tan falta nos hacen; que la protección social encuentre el camino en la legislación, para que todos los artistas puedan acceder; y cómo no, también se hagan cargo de lo que les corresponde, porque hay que salir de la infancia de esperar que ‘papá estado’ tiene que resolverlo todo; hemos probado con creces varios tipos de paternidades fallidas, de ministros poetas, escritores, ni hablar, todos pésimos administradores y no se diga estadistas.
Charlas, reuniones y más encuentros convocados por EscenaContinua, el nombre de redes o el canal que ha usado Lojarte; RAM, para establecer una conversación abierta sobre diferentes preocupaciones pedagógicas, filosóficas, y cómo no, aunque sea la menos poética, cómo sobrevivir económicamente en tiempos de corona virus.
Este abril inesperado, mes de la Danza y el Teatro, a pesar de toda la complejidad y carencia, quedará marcado en el calendario como el ‘momento’ más creativo y de más resistencia dado en largo tiempo. Cuantxs artistas en escena, cuanta gente dejando escuchar su voz, cuanta imaginación al servicio del otro. Obras al alcance de la tecnología, clases abiertas, música, películas, documentales, etc.
Es difícil nombrar todas las propuestas y estrategias que se han esgrimido en estas semanas, de esa tarea se van a encargar los organizadores de las diversas convocatorias, así lo han señalado. Mas, puedo asegurar que, el denominador común de toda esta reflexión se puede resumir, insisto, en creatividad, una palabra amplia, pero si pensamos en la resonancia que cada proposición ha tenido, sabemos que no se queda solamente en la acción verbal, sino que resuena en lo profundo de cada unx de nosotrxs, en cada espacio ocupado por gente dispuesta a convertir este tiempo fuera de tiempo, en posibilidad, en semilla que tendrá, igualmente, inesperada cosecha.
En mi cuerpo existirás, Colectivo Zeta. Foto archivo El Apuntador