Algunas huellas ya estan en la piel. El arte es otra forma posible de querernos | Pablo Roldán
REBOZO. | Contemplando, movimientos.
Las huellas de las bailarinas.
Una sola bailarina/performer es suficiente para socavar los cimientos de una casa/teatro, deshacer los nudos de un compromiso, romper una promesa, renunciar a una vida, romper el tiempo. No hay explicación para el destino, la creación, la obsesión, el amor. En Rebozo el alma de una bailarina vale por dos, incluso por cinco, sus cuerpos se perciben así mismo como materia mutable. La performer/bailarina muta, presta su materialidad a un devenir que se resiste a ideas de posesión o pertenencia.” Yo no elegí este mundo, pero aprendí a confiar, improvisó Charly Garcia en el Unplugged de MTV.
Enlace del vídeo https://youtu.be/3pnn2EEUw9o E
n la obra de Gabriela Paredes Pazmiño es posible contemplar lo mutable, entendemos al cuerpo como un acumulador de energía psicofísica. Es una historia de pactos invisibles, que convoca fuerzas, formas magnéticas que se repelen y se expanden los cuerpos de las performer son cuerpo/cartografía, habitado por diversos cuerpos (inmateriales) que intentan la disolución/expansión de su identidad. Hablar del cuerpo/performativo, implica duplicidad. Edmund Husserl indica: el cuerpo no es una sustancia física extensa, en contraste con una mente no extendida, sino un “aquí” vivido el cual todo lo que hay esta “ahí”. Aplicando el concepto de cuerpo de Husserl directamente al trabajo en performance, puedo inferir que las performer en Rebozo desarrollan su “aquí” con el objetivo de ejercitar su capacidad tensiva y construir su trama performativa poniendo en tensión las líneas de fuerza que en el interior del espacio escénico son a la vez materia de la performance, pues todo lo que esta en circulación conforma la obra.
Rebozo
Es posible descubrir nuestro cuerpo a través de los deseos de la carne, y así pensar en la sexualidad, la salud, en sentirse vivo, fuerte, activo, energético/a. Esto lo podemos asociar con el cuerpo sentido desde dentro. Pero también tenemos un conocimiento del cuerpo como Körper, como objeto en el espacio y el tiempo, como una cosa como cualquier otra.
En Rebozo las intérpretes plantean cuerpos/cartografías con múltiples recorridos, que captan fuerzas, se constituyen por su interioridad/es, otredad/es, aspectos inter-penetrados y co-actuantes en la constitución de la presencia que acontece. Construyen presencia en performance, compleja por que se articulan es sus propios acontecimientos, sus acciones internas son presentación, tensiones, fuerzas variables, intensidades en devenir. Devienen en movimiento.
Rebozo
Fuerzas y Cartografías.
¿Cómo se cuenta la vida íntima? Es la pregunta que estructuró toda la obra. La misma es acompañada por preguntitas tales como: ¿subirme a un Lamborghini?, ¿enfrentarme a la incertidumbre de los cambios de la época?, ¿a pérdidas y placeres consumistas culpables?, ¿qué está bien?, ¿qué está mal?, ¿qué es una pareja? Duelo, apropiación cultural, transiciones de género, metidas de pata, racismo, humor. ¿Estoy rellenando los cimientos para un nuevo amor saliendo de los escombros de otro? Es obvio que hay una discrepancia entre la pregunta y las preguntitas son dos nociones opuestas que se contienen. Dado que la obra se aproxima a un ready-made, no solo porque niega el concepto tradicional del arte escénico sino por que cuestiona la idea de belleza. Percibir podría ser la premisa que Paredes deja por medio de la dirección a los expectantes. En los cuerpos movientes es donde las fuerzas opuestas se sustentan, crean poética en el accionar. En la energía que movilizan desde la conciencia y el pensamiento crean la composición. La fuerza permanece, recorre el cuerpo/cartografía -el hara- se torna vulnerable, las bailarinas se pierden en sus vidas, abrumadas por infiernos y felicidades. Erotismo y violencia habitan sus vínculos, pero también una profunda ternura.
Las intérpretes tienen la posibilidad de convertir las narrativas de lucha en un relato actual y transversal que nos pone la piel de gallina. Casi siempre en la contemplación del silencio. Contemplamos en sus cuerpos pueblos originarios, guerrillas, justicia, reparación histórica, nos permiten aferrarnos a breves momentos de felicidad sin darnos cuenta que hemos sido vencidos desde el comienzo.
Rebozo.
La Ucronía.
En Rebozo, se podría hablar de la hibridez de la ficción extraña, como una miscelánea de cuerpos movientes que surge del cruce de categorías lo queer, lo ucrónico. Existe un mito que indica que para crear algo nuevo tengo que rechazar lo tradicional, olvidar el pasado, y empezar de nuevo. Eso se basa en la creación biológica. Es una creencia post-Nietzschena, que todo ser humano es biológicamente original. Y que hacemos cosas iguales a otras personas sólo porque nos sometemos a convenciones sociales y culturales. Sólo si libero mi cuerpo, mi vitalidad, entonces produzco algo nuevo e inesperado. Nunca creí en esto. ¿Una vez que alcanzamos la plenitud que sucede el día después? ¿Una vez que libero mi cuerpo que sucede? De la ucronía se valen las intérpretes y directora para plantear una historia alternativa desde lo local, se presenta la existencia de un espectáculo con filiaciones internas, personales, que no son las del norte. Toda estabilidad se cimienta sobre la existencia de una deidad íntima, subterránea y no humana: Experiencia interna de las bailarinas/performer. El cuerpo en perfromance es un espacio des-territorializante de los bloques disciplinares en torno a la corporalidad. En Rebozo el cuerpo de las intérpretes es abordado desde las esferas intimas/visual en presentación, tanto desde el lugar de la producción como de la recepción.
Rebozo. Verónica Castillo, Jabiera Guerra, Katherine Lozano, Rommie Coronel, Ludgarda Negrete
En Rebozo cuerpo/ bailarinas/performance es:” Debajo surgía la piel nueva, las células se reorganizaban como abejas obreras alrededor de la mandíbula, los pectorales, el cuello, los antebrazos y la espalda, llenando de nuevo volúmenes rectos las suaves curvas de antes”.
Ficha técnica
REBOZO (Obra de danza contemporánea)
Puesta en escena que nace del estudio del textil como portador de memoria, como constructor de relatos. El Rebozo aparece como una prenda ligada al cuidado provisto por las mujeres. Una prenda ligada al cuidado de la vida. Nos preguntamos ¿qué sostenemos las mujeres en los rebozos? ¿Cuál es nuestro relato?
Idea y Dirección: Gabriela Paredes Pazmiño
Intérpretes: Verónica Castillo, Jabiera Guerra, Katherine Lozano, Rommie Coronel, Ludgarda Negrete
Composición sonora: Gabriela Paredes y Pinxame
Teatro Malayerba
Temporada Noviembre 2024
Diseño de Vestuario: Francis Sánchez
Iluminación: Gerson Guerra
Diseño teaser y afiche: Maricela Rivera
Teatro MAlayerba
Temporada Noviembre 2024