El Apuntador

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CINECLUB FORTUNA / Sharon Olazaval

Bienvenidos al Cineclub Fortuna. Bienvenidos a ver películas y conversar sobre ellas. La persona que no dice nada pierde. La que va al baño en medio de la proyección también. No está de más decir que la que come, también. De todas formas, estamos en un periodo de pruebas así que no desesperen mis desesperados amigos, el callar, orinar y masticar tal vez, en un futuro, estén permitidos.

Debo recalcar que nuestro cineclub no tiene nombre todavía, de hecho, no sabemos si lo tendrá, pero quiero probar con diferentes opciones para ver si logro encontrar una que no nos deje otra alternativa que usarla. Cineclub Fortuna, ¿qué les parece? A mi me gusta mucho porque parece salido de In The Mood For Love de Wong Kar-Wai, podría ser uno de los lugares que los protagonistas frecuentan en ese Hong Kong de los 60s.

Pues bien, en este Quito de los 2020s nos reunimos 5 entusiastas del cine en la casa de 2 de ellos, con una compu y un proyector pequeño, para dar inicio a nuestro cineclub. Entonces, con todos los asistentes acomodados en sofás reales e improvisados, acurrucados en mantas, calentando sus manos en tazas de té y tragando rápidamente los últimos bocados permitidos antes de la proyección, pusimos play. La película inaugural, después de una cuidadosa deliberación, fue The Banshees of Inisherin de Martin McDonagh del año 2022.

Segunda aclaración. Cuando participe del cineclub puede hacer sus recomendaciones y claro que se tomarán en cuenta, pero la decisión final estará en manos de los miembros fundadores.

Pequeño paréntesis. El Cineclub Fortuna fue ideado por 3 personas altamente capacitadas en su respectiva área de trabajo que, por la diferencia de sus contextos creativos, pues los 3 se dedican a distintas disciplinas artísticas, aportan una mirada especial a la programación y a la crítica de cine. Tenemos a un pintor, diseñador gráfico y artista visual extraordinaire (imagínenlo con un abrigo peludo y lentes oscuros), a una artista escénica, actriz fabulosa y ceramista consagrada (véanla con un cigarrillo en la mano y un sombrero fedora), y a una guionista que por haber estudiado cine cree saber todo lo que hay que saber sobre películas y autores y por eso cae un poco mal (a ella no hace falta que la vean, pero si de verdad lo quieren, pues imagínenla con una botella de agua y un frasco de pastillas para sus alergias).

La proyección de los Banshees transcurrió sin otra novedad que la de una pequeña falla técnica al inicio y las ganas de hacer pis de la guionista que tuvo que aguantarse, pues fue ella quien prohibió las visitas al baño durante la película. Apenas rodaron los créditos salió corriendo al baño. Pobre, pero se la ha ganado por ser tan mala onda, como dicen las malas lenguas 

Rápidamente, acá un recuento de lo que se habló a propósito de la película. En primer lugar, se elogió el guión pues qué deliciosa manera de comenzar con un conflicto tan grande e interesante desde el minuto 3, más o menos: ya no quiero que seamos amigos. Sin embargo, se criticó que en la escena final se recalque con el diálogo de uno de los protagonistas que volverían a pelear. Ya estaba la comparación con la batalla en continente, la afirmación de que hace tiempo ya no se escuchan disparos y la línea de que seguramente lo volverían a hacer. Hasta ahí todo bien, pero agregarle palabras melosas que quieren ser poéticas, pero quedan muy fuera de lugar porque las dice un personaje que durante toda la película se ha recalcado su simpleza de mente, hace que se resalte lo que ya estaba claro y queda bastante caprichoso.  

También se criticó el casting de Colin Farrell. Se entiende la estrategia comercial de hacerlo uno de los protagonistas, pero su interpretación se sintió un poco forzada. La guionista señaló que al personaje de Brendan Gleeson le faltó algo, a nivel de guión o de actuación, no sabe muy bien en cuál de los dos, porque no lo sintió “redondito, como que le faltó cerrar algo”, y que esa falencia se notaba por el contraste entre ese personaje y el de Farrell ya que el suyo estaba muy bien planteado desde el guion. Nadie entendió a qué se refería y no le prestaron mucha atención porque ya la conocen, la mayoría de las veces se pone muy quisquillosa y pesada y ni ella misma se entiende. También se dijo, en cambio, que el personaje de la hermana es buenísimo, desde cómo está construido en el guión a la interpretación de Kerry Condon. Además, aporta frescura al relato ya que es un personaje femenino que irrumpe en ese mundo eminentemente masculino.

Un elemento que gustó bastante fue el hecho de que al principio la hermana no quiere animales dentro de la casa y al final, cuando ella se va, el personaje de Farrell los deja entrar a todos. Verlo entre animales de granja, casi como uno de ellos, reforzó de una manera muy bella la naturaleza del personaje.

Por último, se criticó mucho la presencia de la anciana porque es un lugar común el tener a una bruja que sabe lo que va a suceder, que trata de advertir sobre el devenir de los acontecimientos y que deambula por los escenarios donde ocurre la acción sin objetivo alguno más que el de observar. Sin embargo, y este es uno enorme, cuando buscamos lo que significaba banshees vimos que son espíritus femeninos del folklore irlandés que anuncian la muerte de alguien cercano. Tuvimos que comernos nuestras palabras y aceptar que, efectivamente, la anciana no estaba de más.

Y, como eran los días del toque de queda de las 11 de la noche, salimos corriendo. Por suerte encontramos un Uber y llegamos con las justas a nuestras casas. La próxima vez, pensó la guionista, que sea pijamada.

 Sharon Olazaval: Dramaturga, directora y actriz peruano-ecuatoriana formada en el Laboratorio de Teatro Malayerba (Ecuador) y Licenciada en Cine y Tv de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina).