El Apuntador

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Crónicas teatrales #7. Tríptico en escena | Francisco Bedoya

DIONISIO NOS SONRÍE

ANDRÉS SE HA GRADUADO

EL RITO HA DADO COMIENZO

Lector, recuerde mantener sus recuerdos y pensamientos dentro de su mente – vehículo-, además haga silencio. Zapatos afuera, perciba la lana, el metal de un centavo y el polvo de arcilla. Respire hondo y prepárese, los artistas-sacerdotes completan el altar y darán inicio a la ceremonia. La oscuridad nos abraza, nuestra esencia se mantiene fija y nuestra mente transmuta en tres: movimiento, luz y sonido. “Epifanía”, “Ajedrez” y  “De la célula al rito”.

Ajedrez. Foto Andrés Velarde.

 Andrés Velarde, el hacedor de este rito-convivio, nos envuelve en su alegría con Tríptico en escena obra que une tres propuestas de exploración físico-sonora, parte de su trabajo de investigación sobre el cuerpo y el sonido, de su maestría en Creación musical en la Universidad Tres de Febrero en Buenos Aires Argentina. Demos gracias a Andrés que nos permite ser los jueces y verdugos de los artistas-sacerdotes presentes.

Epifanía. Alejandra Núñez. Foto Nando Coronel

 Aparece el primer sacrificio: Epifanía. Alejandra Núñez nos propone un merengue, lector le compro a su novia, una frase que sugiere más de lo que dice. En la reflexión una lana roja nos distrae, sube por nuestros pies y un ser indefenso que se construye de a poco se nos presenta, por su color se sugiere desnudez, algo camina sobre su brazo, llama a su abuelo y tiene que aprender a volar, una y otra vez. Una silla vieja y pesada completa el ambiente. El público le ayuda a ponerse el vestido a la intérprete y todo se vuelve rojo. Somos víctimas de la luz y el color y ella es poseída por la silla, sentimos su miedo, dolor y desesperación, vivimos su lucha. La silla cae, las la lanas se rompen y una mano nos sugiere que a pesar de todo “la vida se hizo para jugar”. Una imagen final, tal vez de extrañamiento, tal vez de espera, nos transforma en un latido, en un espejo y en un ser querido. La intérprete nos cuestiona: ¡¿De quién es este cuerpo?! Oscuridad. 

La melodía de un saxofón a cargo de Daniel Betancourt, un destacable acierto de la propuesta, anuncia el segundo sacrificio: Ajedrez trabajo de Pedro Sarzosa y Ricardo Mena. Equilibrio, armonía, blanco y negro, un apretón de manos empieza toda disputa y el uno se vuelve el otro, un ser extraño se dibuja y se desdibuja, una igualdad, los dos son lo mismo. Una lucha, pulcritud de movimientos -un trazo limpio de dirección- se atrapan, se empujan y millones de centavos caen por todas partes. ¡Recoja lector!, nunca es malo un buen centavo. Los intérpretes, desde el cuerpo, a buscar, a recoger, a limpiar, nos transmiten un fluir de movimientos que sugieren poder. Ingresa una caja, un pequeño territorio en conquista, en disputa, en ajedrez, en lo banal de tener algo, de quien es qué cosa, la lucha se vuelve eterna y desaparecen en la oscuridad, en la melodía de un saxo. 

El tercer sacrificio, el propio hacedor del ritual, Andrés Velarde con De la célula al rito se somete a la ceremonia, el intérprete camina en círculos y se va transformando. En un proceso de despertar aparece la noción de vientre, de retorno, de infinito… cae, se retuerce como papel al viento, a la vibración del sonido, al audio, se vuelve otro personaje.

Pedro Sarsoza, Ricardo Mena, Andrés Velarde, Alejandra Nuñez, Daniel Betancur.

El cuerpo dispara acompañamientos físicos, trazos, “a modo de dispositivo escénico interdisciplinario”, en palabras de Andrés. Pedazos de arcilla nos regresan al rito, el polvo es pateado y cae de las manos, se diluye en el viento, en la oscuridad del teatro genera una imagen preciosa, se percibe un balbuceo, un murmullo que evoluciona a canto, a vibración pura. Diálogo entre cuerpo y sonido.

Salimos del trance y volvemos a ser uno, el Tríptico se cierra y la ceremonia finaliza, Lector, no se olvide de recoger sus zapatos que vamos a festejar al graduado.

 

Ficha técnica

Obra: Epifanía

Intérprete y coreógrafa: Alejandra Núñez

Obra: Ajedrez

Intérpretes y coreógrafos: Pedro Sarzosa y Ricardo Mena

Obra: Del célula al rito

Intérprete y coreógrafo: Andrés Velarde