El Apuntador

View Original

El tiempo para la experimentación /Santiago Ribadeneira Aguirre

Veo que nunca te he dicho cómo escucho música: apoyo levemente la mano en el fonógrafo y la mano vibra y transmite ondas a todo el cuerpo: así oigo la electricidad de la vibración, sustrato último en el dominio de la realidad, y el mundo tiembla en mis manos. («Agua viva», de Clarice Lispector)

Tiempo para la experimentación de las Artes, TEA, pudo juntar diversas propuestas estéticas y artísticas desde el teatro, la música y la danza. La convocatoria, hecha por el Núcleo de Pichincha de la Casa de las Culturas, dio preferencia a las nuevas prácticas escénicas, al ‘juego de las diferencias’ porque las obras mostradas en la apertura del Teatro Prometeo, fueron capaces de subvertir el espacio, el tiempo, los sonidos, los gestos e incluso las relaciones con el público: mostrar el juego de las diferencias y producir la diferencia, como las dos condiciones sustanciales para poner en entredicho aquellas jerarquías impuestas por la fuerzas de los hechos o las costumbres.

UIO del País que somos

Salir de los ‘convencionalismos’ anteriores y de las formas cerradas del teatro. Abrirse a las intervenciones del público, por ejemplo, como propusieron UIO del país que somos del grupo Xona Bastarda; El despertar andino, con ciertos sentidos de Confundamiento (Confusión con fundamento) que significó “percibir esta oscuridad no (como) una forma de inercia o de pasividad, sino (que) implica una actividad y una habilidad particular, que… corresponden a neutralizar las luces que provienen de la época para descubrir sus tinieblas, su oscuridad especial, que, sin embargo, no se puede separar de esas luces” (Giorgio Agamben. "¿Qué es lo contemporáneo?"). Y La ciudad de las mujeres innobles del Laboratorio Coreográfico, que fueron espectáculos que apelaron a teatralidades mancomunadas. La escena se contamina de nuevas irrupciones escénicas y de otras estrategias expresivas, más aleatorias y sensoriales. ¿Una lucha abierta contra la forma, el ‘sentido manifiesto’, la fábula, la ficción y el drama? Había que desmontar cualquier posibilidad de una ‘lectura interpuesta’ interminable y angustiosa que siempre omite más que trasciende con una idea de teatro, de danza y música distinta, integradora y diversa.

El Núcleo de Pichincha reabrió el Teatro Prometeo después de hacerle algunas mejoras urgentes: la reparación e impermeabilización del techo, el cambio del cielo raso que ahora es acústico. El arreglo de las baterías sanitarias y de los camerinos, plenamente habilitados. Es decir, volver a habitar el espacio bajo las mejores condiciones técnicas, el diseño de un modelo de gestión y una estrategia de acercamiento a la comunidad que se perfeccionó con el encuentro denominado Tiempo para la experimentación de las Artes.

A-Normal

El encuentro se revistió de intercambios constantes en el sentido de las aproximaciones entre los espectáculos, las subjetividades del público y sus temblores inasibles que expresan las desavenencias entre lenguaje y poder, como ocurrió con el espectáculo A – Normal, que alude a la posibilidad de ‘inventar una manera donde seamos anormales’. Gestionar un lugar para otros ‘usos productivos de los principios éticos’ que unen las acciones humanas con ‘las palabras y las cosas’.  En Intangible de Alex Trujillo y Jake Mate, que busca ‘generar una reflexión amplia sobre el extractivismo’ del Parque Nacional Yasuní. El concepto de territorio está presente,  obliga a recuperar los trazos originales y las cualidades de lo sagrado. El chamán, situado en el escenario, sentado en una silla que mira al auditorio, es capaz de ‘ver la oscuridad’, como la fuerza operante entre el pasado y lo actual, mientras la bailarina (el punto de vista del ecofeminismo, sale de un cubículo de luz y mallas, desplaza el significado de un cuerpo que se sublima a sí mismo) transformada en el momento poético que se entrecruza con la inoperancia, (el tiempo adherido), la pasividad, las falsas normalizaciones institucionales.

Intangible

 La opción por presentar ‘la escena’ fuera de lo (estrictamente) escénico, tal vez renunciando (¿deliberadamente?) a las formas anteriores, adquirió contornos interesantes en las obras Pitekus /la Manda Laé, un proyecto musical escénico inspirado en el australo-pitekus, antecesor del hormosapiens que vivió hace 4 millones de años en el África. En Improvisación sonora in situ, se vislumbra una acción libre que desborda los propios sonidos electroacústicos en el que Andrés Benavides, Ivis Files y Nelson García, hacen un viaje experiencial abarcador.

 ¿Cuáles fueron los objetivos compartidos de los espectáculos? De-formar. Más que deformar, la idea o la intención fue la de des-obrar, (el ‘gesto inverso’), es decir, abrirse a otro uso posible, incluyendo los nuevos ‘usos festivos’ de la inoperancia esencial (la relación entre potencia y acto. - G. Agamben) a partir de una nueva ‘puesta en obra’. (“Aquel que recibe en pleno rostro el haz de tinieblas que proviene de su tiempo”. Agamben. Desnudez). La preocupación por el presente.[i] Llegar al des-orden y situarse cerca del caos. Admitir el caos como ocurrió en UIO. Del País que somos, en la que Pablo Roldán, autor del texto y director, combina varios lenguajes, que vislumbran lo inactual.

Centro

El gesto que cuestiona la supuesta pureza del lenguaje como acontece en la coreografía, interminable o sin duración, denominada Centro de Miguel Ángel Murgueytio y la bailarina Neshat Shohi, con música de Shortwave Research Group con el que se cerró el TEA: ‘un diálogo experimental entre luz, sonido y movimiento’. Es otra forma de tejido que ahora se expresa en la escenificación de lo escenificado. Así, la palabra renuncia en general a los elementos expresivos (la bailarina/personaje gira desde el comienzo hasta que termina el espectáculo, sobreseída por haces de luz) para recuperar el gesto, la imagen, la corporalidad integradora, el sonido gestándose y la amplitud del espacio que no se ‘expande’ sino que transcurre más allá de sus límites, con otras temporalidades.

Entonces, ¿qué idea de teatro, de música, de danza prevaleció bajo el paraguas de lo experimental?

El pintor francés Michel Seuphor (1901-1999) decía: “Debería existir una pintura totalmente libre de la dependencia de la figura –el objeto– que, como la música, no ilustra nada, ni cuenta una historia y no lanza un mito. Esa pintura se contenta con evocar los reinos incomunicables del espíritu donde el sueño se convierte en pensamiento, donde el trazo se convierte en existencia”.

La opción de presentar la ‘escena’ fuera de la escena o de lo escénico, tal vez renunciando a las formas anteriores. Sacar al espectáculo del ‘obramiento’. Que el gesto escénico pueda resolverse a través de una ‘experiencia descentrada’. Es otro modo de intercambio, más directo, que ahora se expresa en la ‘des-escenificación’. Es el ‘encuentro’ con el espacio descentrado, el color, el sonido, la música, el tiempo, la reciprocidad, la tecnología, los lenguajes, sus tejidos, los públicos y ‘las escuchas receptivas’; sin estrategias compositivas predeterminadas. Tal vez podría denominarse a este ejercicio como ‘experiencia descentrada’ más que expandida para regresar a lo intempestivo (R. Barthes) para cuestionar las pretensiones de actualidad que mueven algunas propuestas.

Como corolario final, repliquemos las palabras de Cunnigham, y la consabida pertinencia en relación con la hora actual, cuando decía: “Siempre pensé que había que atacar o cuestionarlo todo, en todas direcciones. No sé si lo he conseguido, pero sentía que había que plantearse simultáneamente las cuestiones del movimiento, del espacio, del tiempo, de la música, de las artes visuales para, al mismo tiempo, permitir que cada elemento fuera más independiente y fuerte” (Cunnigham, cit. En D. Colomé: El indiscreto encanto de la danza, Turner, Madrid, 1989, pág. 41. Citado por J. A. Sánchez, Dramaturgias de la imagen, pág. 77)

FICHAS TÉCNICAS

UIO. DEL PAÍS QUE SOMOS

Intérpretes: Carlos Francisco Ordoñez, Andrea Estrella, Verónica Castillo, Juan Benítez, Delia Napolitano

Dirección, hipertextos, sonoridad, visuales, elementos escenográficos: Pablo Roldán

Asesoramiento académico, textual, escénico: Yohana Pereyra

PITEKUS La Minda Laé

Proyecto musical y escénico. Su nombre está inspirado en el australo-phitecus, antecesor del hormosapiens que vivió hace 4 millones de años en África. Búsqueda de las raíces Afro ecuatoriana de Minda con canciones originales y arreglos de temas tradicionales.

INTANGIBLE

Trabajo de instalación que investiga el concepto de territorio en relación con el extractivismo, los derechos humanos y los derechos ambientales. El territorio amazónico es concebido desde el punto de vista del ecofeminismo como un cuerpo intervenido, el bosque es ese espacio geográfico que se traslada a un espacio urbano, generando una reflexión sobre la extracción de recursos naturales. 

Alexandra Trujillo: artista transdisciplinaria. Realizó varios proyectos escénicos y residencias artísticas desde 2009. Ha presentado obras en Francia, Brasil, Colombia, España y Ecuador.

A-NORMAL

¿Por qué no inventamos una manera donde todos seamos anormales? Evidenciar los colores de los cuerpos, ver otras características y permitirse estar desde el otro lugar.

Proyecto agujero negro

Dirección: Luis Cifuentes Tapia

Intérpretes creadores: Alejandra Núñez, Ana Medida, Bryan Caro, Eliana Zambrano, Edison Galván

IMROVISACIÓN SONORA IN SITU

Es una acción musical / sonora de improvisación libre y experimentación sonora in – situ. Espacio de investigación y laboratorio sonoro.

Proyecto de performance sonoro / musical improvisatorio: Andrés Benavides, Ivis Files, Nelson García.

EL DESPERTAR ANDINO

Despertar de la conciencia inspirada en la cosmovisión andina, nos conecta con la madre naturaleza a través de la música, danza, visuales y estímulos sensoriales.

Confundamiento (Confusión con fundamento) es un colectivo modular e interdisciplinario de artistas que juntan su arte para crear e incentivar un cambio a través de distintas experiencias multisensoriales.

LA CIUDAD DE LA MUJERES INNOBLES

Es una obra dentro del universo de danza teatro y que sumerge al espectador dentro de lo que se conoce como el teatro expandido. Nosotros contamos con una máscara que dificulta la interpretación con el movimiento.

Coreografía e interpretación: Rosa Amelia Poveda

Interpretación musical: Elsa Erazo

Intérpretes: Nadinka Flores, Vanesa Moncayo, Sarai Medina, Sara Franco, Jacqueline Villavicencio, Sonia Lemos, Florella Corella y Adriana Valdiviezo.

Registro fotográfico: Pedro Sánchez

Técnico: Francisco Ordoñez

CENTRO

Diálogo experimental entre sonido y movimiento corpóreo. Busca plasmar diferentes lenguajes visuales desde la geometría presente en el espacio, brindando al público una experiencia sensorial y cognitiva.

Música: Shortwave Research Group (Frabryka)

Danza: Neshat Shoghi

Dirección: Miguel Ángel Murgueytio: Artista new media. Su obra ha sido expuesta en Ecuador, España, Alemania, Francia, Argentina y Colombia.

[i] Pertenece verdaderamente a su tiempo, es realmente contemporáneo aquel que no coincide perfectamente con él ni se adapta a sus pretensiones, y es por ello, en este sentido, no actual; pero, justamente por ello, justamente a través de esta diferencia y de este anacronismo, él es capaz más que los demás de percibir y entender su tiempo.

Esta falta de coincidencia, este intervalo no significa, obviamente, que contemporáneo sea aquel que vive en otro tiempo, un nostálgico que está mejor en la Atenas de Pericles o en el París de Robespierre y del marqués de Sade que en la ciudad o en el tiempo en el que le tocó vivir. Un hombre inteligente puede odiar su tiempo, pero de todas maneras sabe que pertenece a él irrevocablemente, sabe que no puede huir a su tiempo. La contemporaneidad es esa relación singular con el propio tiempo, que se adhiere a él pero, a la vez, toma distancia de éste; más específicamente, ella es esa relación con el tiempo que se adhiere a él a través de un desfase y un anacronismo. Aquellos que coinciden completamente con la época, que concuerdan en cualquier punto con ella, no son contemporáneos pues, justamente por ello, no logran verla, no pueden mantener fija la mirada sobre ella. Giorgio Agamben