El Apuntador

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EL D (R) AMA DE LA DESFEMINIZACIÓN/Santiago Ribadeneira Aguirre

Llorar estuvo considerado casi como un deber público para mujeres y hombres. Y si cabe aceptar una ‘historia del llanto’, el verdadero o el profesional, se pude colegir que éste se produjo con el advenimiento de la modernidad en el siglo XVIII, se perfecciona con la llegada definitiva del melodrama que se convierte, entrado el siglo XIX, en el género dramático de la gran incitación social. Las lágrimas son sociales, inscritas en lo que Peter Brooks entiende como una gran predisposición colectiva a aceptar los efectos subversivos de lo sentimental y lo trágico. De ahí que en la estructura narrativa (P. Pavis) caben lo sentimental, lo lúdico, lo trágico y lo cómico. Incluso el castigo y la reposición del amor desdeñado, acentuados ambos por los llamados ‘golpes de efecto’.

D (R) AMA, Jasna Vivanco Muñoz

Una inusual introducción para hacer referencia a la obra D (R) AMA, de Jasna Vivanco Muñoz en la creación y la interpretación y la dirección de Violeta Moreno Wray. Porque en el (melo) drama –con o sin paréntesis– hay  una forma paródica exagerada, que prevalece en el personaje (Doña X, una millenial frágil, quebradiza y lloriqueante) sometido al aprendizaje del ‘amor romántico’ a través del ‘caldo concentrado’ de las telenovelas de los años ochenta. La necesidad de ser uno mismo o una misma, es un problema de identidad. Esa experiencia básica debería empujar a la construcción de una identidad personal más allá del carácter biológico, que se convierta en la premisa equidistante entre la mismidad y la conciencia.

¿Había que colocar el paréntesis en medio de la palabra ‘drama’? Al dividir la palabra, los sentidos se multiplican: 1. Drama, como tal. 2. Dama, por la prescindencia de la R; y 3. Ama, como el fatal sufijo que sustantiviza el apotegma drama. Ahí estarían las principales derivaciones del unipersonal de Yasna/Doña X, una mujer que decide transgredir (se) –vuelvo al paréntesis– y señalar a los machistas masculinizando a las mujeres, al amor, los recuerdos y al mundo de la vida.  

D (R) AMA, Jasna Vivanco Muñoz

En el fondo estaríamos hablando de una ‘persona’ empeñada en descifrar su ‘mismidad’, que pone en juego su conciencia, sus valores, sus principios, regresando al fracaso de las relaciones amorosas anteriores. Lo interesante del juego escénico, es esa recurrencia que el personaje explica en términos de memoria o de recuerdos. La infancia, la adolescencia, la madurez; y las personas superpuestas en el personaje siempre en función de los sucesivos cambios. El test de la memoria nos podría parecer contradictorio porque al final, al espectador le queda la sensación de haber visto o vivido transmutaciones y cambios, si admitimos que la identidad también depende de los recuerdos.

Hablamos de memoria y de recuerdos. ¿Cuándo es que Doña X olvida? Es un rubro que no se atreve a reconocer y que desestima, considerando que olvidar es destruir la identidad personal. Olvidar sería prescindir del acto de preservar, registrar y retener ciertos hechos, para después reproducirlos, cuestionarlos. Un video inicial que se proyecta en un viejo televisor analógico, muestra imágenes de Yasna niña jugando cerca del río o del mar. Y alguien le llama por su nombre. Yasna adulta, arrodillada en el espacio del recuerdo por venir, llora. Las dos imágenes se han juntado en lo específicamente recordado. O lo específicamente olvidado. ¿Por quién? ¿Por la misma persona? Eso es lo que subyuga en el espectáculo: ¿La Yasna niña, la Yasna adolescente y la Yasna madura imitando otros personajes son la misma persona?

D (R) AMA, Jasna Vivanco Muñoz

El otro elemento del juego escénico es la compulsión, el apremio, las exigencias del personaje que ya no relata sino que gesticula. Adosa al gesto (el cuerpo, el movimiento, el espacio) la estructura necesariamente esquemática del relato, para cristalizar en la memoria lo innecesariamente ausente. El personaje deja sentado lo inadecuado del lenguaje: no es necesario decirlo todo, sino mostrarlo. El aparato de televisión insiste en ser parte de la referencialidad de la memoria de Yasna/Doña X, proyectando fragmentos de rancias telenovelas que los espectadores de antes y de ahora procesan u obliteran, para no dejarse ‘absorber’ por la representación.

D (R) AMA, Jasna Vivanco Muñoz

La lógica antiteatral de la absorción ha quedado convenientemente desmontada cuando el personaje mira su propia imagen. Mira al observador/espectador para evitar el efecto solipsista, complaciente. Ahora cuenta la historia del invento de las cubetas que sirven para evitar que los huevos se rompan. Vestida como una luchadora, con máscara y traje ajustado, monta el ring para el último enfrentamiento. El ‘propósito natural’ del acto designa la perspectiva subjetiva del personaje que, objetivamente, rompe varios huevos contra el piso: la inmediatez visual y el efecto que provoca es siniestro y perfecto, en el sentido de que puede ser el comienzo de algo más terrible. Mensaje directo al machismo y a la aparente desfeminización del mundo a cargo de aquella masculinidad atosigante e hipócrita que pretende hacer descender a la mujer a la monstruosidad.

Ficha técnica 

Creación e Interpretación: Yasna Vivanco Muñoz

Dirección: Violeta Moreno Wray

Diseño de iluminación: Greymar Hernández

Diseño Gráfico: Tadeo Lugo

Producción: La Novia Performer

Lugar: Estudio de Actores temporada 2023

(www.estudiodeactores.net)