Lo inagotable del deseo está en el pasado, el propio y el colectivo, que no se puede borrar o enmendar. Ella, habiendo llegado a la edad madura, concibe el pensamiento y la creencia de que ahora (en ‘este ahora’) se pueden producir nuevos objetos y nuevos acontecimientos, seguramente irreales o posibles. Ella (Mariana Zambrano Córdoba) concluye que el único objeto de su deseo presente y futuro es Ella misma, y esa es la historia que falta por contar. Por lo tanto, ‘el vuelo de las mariposas’ adquiere el carácter de una gran metáfora de la vida, para constatar que su trayecto social y afectivo no fue suficiente a la hora de definir su existencia.

El vuelo de las mariposas (dirección de Mauricio Gallegos) se inscribe en una dicotomía: la búsqueda del placer y la huida del dolor. Y ambas son las que definen la ‘economía de la vida’ (Deleuze). Surge en el personaje la idea, cada vez más arraigada, de transgredir esa espuria ‘ley de la vida’, impuesta por las circunstancias y las costumbres. Es un texto muy sentido, doloroso y a la vez optimista. Sin embargo, el optimismo debe ser entendido como un ‘presente vital’ que, en principio, debe negar la repetición en cualquiera de sus formas: la del tiempo, el de la memoria y el de los hábitos.

Importa entender, escénicamente, la disposición inteligente del espacio. Las demarcaciones son evidentes en las intenciones del personaje, para salir de las mencionadas rehechuras. Y lo hace, por contradicción, refrendando algunos de los momentos vividos o sufridos. En los bordes del escenario están arreglos de flores para aparentar la imagen de un jardín. Atrás, una estructura de divisiones con un bastidor de tres puertas. Y un par de sillas que son el síntoma, la referencia y la representación de aquellas visiones trascendentes para su pulsión de vida actual.

La repetición (volver sobre el pasado como deseo) es creadora de tiempo y de diferentes acontecimientos. Están las mariposas, las flores incrustadas en su traje que se desprenden y ’vuelan’ en desorden; está el placer (de recordar) que se perfecciona como presente y como premisa, señal e indicio de una nueva síntesis que debe producirse pronto, pero ligada a esa historia que Ella va a construir como una ‘poderosa fuerza independiente’. Y está lo que seguramente sea lo más importante que la obra propone: que nos fuerza a pensar que ha podido reconstituir la voluntad de reestablecer el movimiento, a la luz de lo radicalmente nuevo, vital e inédito. Eso les dice Ella a sus padres revisitados, sentados en las sillas, despojada de la contaminación sumisa con el pasado. Es la imagen provocadora de lo político, de un principio de identidad y de lugar que se sitúa entre el celaje del pasado, el vuelo de las mariposas, el aroma de flores que se despliegan y un trenzado de sensibilidades para volver a pensar, a sentir, a actuar. A soñar.

Se mira en los espejos instalados en las puertas del biombo de madera para embarcase en un viaje capital, tal vez sobre las alas de muchas mariposas que le permitirán traspasar los límites de su propio sueño, eximida ya de las provocaciones anteriores. Concibe el valor de ese apremio vital, desentendiéndose de la impostura de la jerarquía de los fines, impuesta por las situaciones pasadas para domesticar el devenir y salir, finalmente, del espacio de la ilusoria representación o de la ficción.

 FICHA TÉCNICA

 Idea original y actuación: Mariana Zambrano

Dirección: Mauricio Gallegos Puente

Dramaturgia: Mariana Zambrano y Mauricio Gallegos

Vestuario: Sara Constante

Música y diseño de Luces: Mauricio Gallegos

Utilería y escenografía: Colectivo

 LOS DATOS

Mariana Zambrano Córdova

Mariana Zambrano Córdova es una actriz y escritora ecuatoriana nacida en la provincia de Manabí. Con 22 años de trayectoria teatral. Ha participado en varios grupos y colectivos teatrales, y obras de teatro de distintos géneros, dirigidas por reconocidos directores de teatro ecuatoriano y ha participado en festivales de teatro nacionales e internacionales, en Ecuador, Cuba, y Perú.

Ha tomado talleres de dramaturgia en La Habana Cuba con el dramaturgo argentino Alejandro Finzi, así como también talleres de clown con el actor Mauricio Gallegos,  y cursos de apreciación de cine con la cineasta Marcela Ribadeneira, y talleres de performance con el actor ecuatoriano Wolframio Sinué.

Tuvo estudios sobre el trabajo de investigación activa del actor con el actor Guayaquileño Lucho Mueckay en la ciudad de Manta en el año 2013.

Mauricio Gallegos Puente

Actor y director de teatro ecuatoriano con licenciatura en Actuación Teatral. Además lleva treinta y un años de trayectoria. Ha participado en numerosos grupos y obras teatrales, demostrando versatilidad en personajes; se ha presentado en festivales nacionales e internacionales en países como: Perú, Colombia, Venezuela, Uruguay, Argentina, El Salvador, México y Cuba.

Su experiencia incluye docencia en arte dramático y es maestro permanente de Clown en Circo de Luz.