El Apuntador

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Crear siempre, mientras todo Aplasta | Pablo Roldán

Los días adentro del teatro en el ágora contemporánea.

¿Cómo se cuentan las obras escénicas contemporáneas realizadas en el ágora de U.I.O.?

 Se cuentan como relatos de carne y vida, atravesados por lo cotidiano y lo extraordinario: el regreso a la casa de la abuela, la búsqueda de un trabajo que no humille, el reencuentro con un cuerpo querido, el partido de fútbol entre vecinos, la insistencia en los derechos humanos, la furia de un encuentro sexo-afectivo. Denuncian la bajeza, la mezquindad, lo injusto, pero no desde la interpretación magistral que tanto celebraba el teatro clásico, sino desde el cuerpo que se desgasta, que pulsa, que se arriesga. En palabras de Camila Sosa Villada:
"La actuación no es disfraz, sino desnudarse frente a otros. Una mariposa que exhibe sus alas quemadas, no para ser compadecida, sino para decir: 'Esto soy'. "

En lo contemporáneo no hay simulacro, no hay máscaras que oculten. Si un actor o bailarina interpreta "magistralmente", lo que hace es contener, reducir. Un cliché es incapaz de turbar al espectador. Lo contemporáneo, en cambio, lo sacude, lo confronta, lo obliga a mirarse en los ojos abiertos de los cuerpos que se exponen. El teatro escénico contemporáneo se construye como un espacio de flujo, donde la transdisciplina abre nuevas posibilidades creativas, el cuerpo performativo se convierte en un acto de resistencia, y la crítica institucional revela las tensiones entre el arte y el poder.

En este marco, las obras no son solo representaciones; son campos de experimentación donde se exploran preguntas esenciales: ¿Cómo resistir la homogeneización cultural impuesta por las instituciones?¿De qué forma el cuerpo puede ser un agente de cambio social? ¿Cómo romper las barreras entre las disciplinas artísticas para construir experiencias que trasciendan lo establecido? El teatro contemporáneo no ofrece respuestas definitivas. Es un arte que vive en la pregunta, en la posibilidad, en la ruptura. Como señala Groys: "El arte contemporáneo no existe para resolver problemas, sino para revelar aquello que el sistema prefiere ocultar."

En este sentido, el arte del presente es un acto de fe y de riesgo. Una búsqueda incesante de nuevas formas de habitar el mundo desde el cuerpo, la palabra y la acción.

Transdisciplina: Cuerpos que narran

Las obras escénicas contemporáneas no cuentan historias lineales. Cuentan sensaciones:
Moverse sin parar, acostarse todo el día, sentir el viento al viajar en motocicleta, tener pánico ante los militares, mirar Instagram compulsivamente, esperar el like de una foto en Facebook, tomar microdosis de hongos como una medicina inventada para soportar la vida. Todo eso se convierte en material narrativo.

Desde la transdisciplina, el arte escénico contemporáneo se erige como un espacio donde los límites entre las artes se disuelven: el movimiento se funde con la palabra, la imagen con el sonido, el cuerpo con el paisaje. Las disciplinas dialogan, se entrecruzan, creando dispositivos críticos y poéticos. William Gaddis decía: "¿Qué es cualquier artista sino los escombros humanos que arrastra consigo?" Y aquí el arte es eso: escombros, ruinas y reconstrucción. Es un espacio que no busca perfección, sino expansión. Las fronteras entre disciplinas y sentidos desaparecen.

El cuerpo performativo: herida y posibilidad

El cuerpo contemporáneo en la escena no es perfecto, ni lo pretende. Es un cuerpo que vive como archivo: es carne de contorno, se investiga en vida, todo su cuerpo está lleno de diminutas pero obligadas cicatrices, su pelo es reseco. "Es ser travesti hasta cuando dormís, porque incluso en los sueños tu cuerpo habla un idioma extraño."

El cuerpo performativo vive en un estado de vulnerabilidad constante. El cuerpo de la /el performer funciona como lugar de tránsito y de pasajes, como escenario de intensidades que se organizan y se desorganizan en estado de intercambio. En su equilibrio precario el cuerpo es materia vulnerable y lo extra-ordinario se materializa en un cuerpo abierto y en mutación Boris Groys lo plantea en Arte en flujo: La poesía sonora, como el cuerpo en escena, destruye las formas tradicionales. No busca conservar, sino caer en el flujo de lo material, en la disolución de la forma humana en un devenir constante."

El cuerpo escénico, entonces, no interpreta un personaje; encarna una presencia. Es paisaje, archivo, pregunta. Se expande para contener lo íntimo y lo colectivo, lo propio y lo ajeno. Se convierte en un acto de fe, en un lugar donde la vida y la muerte se cruzan, donde la herida y la posibilidad coexisten.

Crítica institucional: contra la burocracia del arte

La institucionalidad es el problema de siempre. El arte, en manos de las instituciones, se convierte en un producto normativo: algo que debe ser oficial, correcto, "digno".  Sosa Villada indica: "¿Qué sabe un jurado, un crítico, de lo que duele? ¿Qué sabe el espectador del hambre que llevo en el cuerpo mientras actúo? No me importa que me premien, porque ya me premié sobreviviendo."  Desde la transdisciplina, se crea obras que no necesitan legitimación oficial. Son experiencias, practicamos arte para la construcción de un mejor estado/país, nuestras fuerzas narrativas insisten en: ¿Como despatologizar los espejos? ¿Qué cuerpo hay que tener, mostrar? ¿Cómo sobrepasar el imperio de la fe de estéticas preferenciales para ciertas jerarquías sociales, políticas y culturales? ¿De quién es el cuerpo artístico de la ciudad? ¿Podemos ir en contra de nosotros mismos? Groys lo sintetiza: "El arte no resuelve, solo expone aquello que el sistema prefiere ocultar." Se trata de otra manera de definir al amor o al arte que son similares. Un amor/arte que no cosifica, un amor desde la desapropiación y el desapego, un amor que no se gana se pierde, se da.  Solo serás amado el día que puedas mostrarte débil sin que el otro lo aproveche para mostrar su fuerza. Me retiro para que el otro sea. El otro no es una posesión. El amor/arte no tiene contratos, El amor/arte es exceso.

 

Pablo Roldán : Artista multidisciplinario, director teatral y docente. 

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