LA ANACORETA Y LOS NADIE | Santiago Ribadeneira Aguirre
Clavija Pospónia es la ‘nadie’ que aleatoriamente forma parte del conjunto impreciso de otros ‘nadies’ que como Ella, son igualmente penitentes y marginados por la sociedad e igualmente son la fracción imprecisa de la ficción urbana que imagina la representación de su propia derrota. Clavija Pospónia, la Anacoreta, habla desde el espacio imaginario del teatro y del clown, como el punto crucial para que el personaje encuentre la ‘verdad procesal’ sobre la experiencia de la inmovilidad en la que viven los seres comunes, codificados socialmente por el sistema, que en algunas partes se llaman ‘pobres’, en otras ‘sin techo’ y por último, “los intrépidos soldados de la miseria” (B. Pérez Galdós, Misericordia, 2003).
La Anacoreta con lentes y gorra de piloto (bien puede ser la emparedada o la anclada, la que no ‘encajaba’) no habla a través del signo establecido de la escucha, sino que fabula para que la reiteración de sus sonidos, pudieran des / entenderse y se deshilvanen entre las retumbos y los giros imprevistos de la palabra, que también resuena, libre como un cuchicheo en los límites de las entidades mórbidas, blandas (los espectadores), que negocian fuera de las fronteras del lenguaje. Este encuentro solo podía darse bajo el esquema de unas ‘relaciones de simpatía’ (Eco) que termina vinculando al personaje con los sucesos sucediéndose, sin continuidad aparente, como si se tratara de ‘micro y macrocosmos’ que buscaran encontrarse.
Tal como sostiene el filósofo Rancière, “la ficción, como sabemos desde Aristóteles, no es la invención de mundos imaginarios. Es ante todo una estructura de racionalidad: un modo de presentación que vuelve perceptibles e inteligentes las cosas, las situaciones o los acontecimientos; un modo de vinculación que construye formas de coexistencia, de sucesión y de encadenamiento causal entre acontecimientos, y da a esas formas los caracteres de lo posible, de lo real o de lo necesario”. (Jacques Rancière El hilo perdido 2014)
La extensa mención anterior es una sonoridad política respecto del quehacer de la Anacoreta que ahora nos va a hablar desde la nada de aquellos nadie, que expresan lo que todavía no adviene o no termina de llegar a ninguna parte. Es la experiencia de irrealidad que no se consuma porque está hecha de propósitos ‘ex – temporáneos’, es decir, fuera del tiempo. Eso puede denominarse lo clandestino o lo encubierto. La sonoridad que la Anacoreta propone es una lectura del mundo a través de la levedad de los sonidos o de los sonidos a través de la levedad del mundo y ambos estarían siendo parte de una racionalidad causal de la ficción poética, para decirlo otra vez desde los principios de la filosofía (Rancière). Clavija Pospónia reinventa el hecho filosófico de lo cotidiano, cuando desdibuja las paredes ‘ficticias’ del encierro con la propia ficcionalidad de su presencia en las calles de la ciudad.
Es lo deslumbrante del personaje que al desatar las decenas de cajas que lleva sobre sus espaldas, encuentra una pluma enredada en las cuerdas que sujetan el cargamento. Grandioso momento para descubrir el sentido poético de la experiencia que crea la primera incógnita: el funcionamiento de la ligereza que Ella traza en el aire con los contornos de su cuerpo. Clavija Pospónia (Sofía Zapata) ha podido liberar el vértigo exploratorio de la curiosidad, que es lo propio de la potencia creativa de cada sujeto. La siguiente incógnita es la comparación de los pesos de las cosas que le llevan al ejercicio de arrastrar las cajas y entender el trasfondo pos trágico de la vida.
La Anacoreta no fabula, se fabula ella misma y crea para su regocijo, el ámbito inamovible de lo que José M. Abad concibe como el ‘trasunto de un sujeto postrágico que lleva en sí la impronta de lo mítico’ (Tentativas sobre Beckett / Los inventarios de Beckett 2006). Es el personaje del sin sentido tan absurdo como trágico, que ha dejado de serlo porque los ‘alguien’ dueños del poder, le expulsaron del mundo, los ‘alguien’ que antes habían negado a Dios para negarse a sí mismos y escapar de la mitología popular, tan absurda como carnavalesca y sostenerse ‘en la ilusión de un mundo que no exista fuera de sus percepciones’ (Eco).
La terca y última incógnita radica en el contenido de las cajas y su pertenencia. Porque de ello dependerá la orientación que tendrá la fábula y el destino de las aporías planteadas hasta ahora por el Personaje, en términos de duda, de nostalgia, de reflexiones sobre la postura épica de sus manifestaciones. Es la nada de la Nada que deviene en los ‘Nadie’, cuyos comportamientos defectuosos provocan la hilaridad de quienes han llegado de mirones a ese lugar de la liviandad, solo para purgar sus malas conciencias de sentirse prisioneros de su inerrable simpleza y sin caminos de salida, salvo la de ser nuevamente espectadores. Y eso ‘no es chiste’ como señala el personaje, cada vez que intenta volver al principio del recorrido, sin lograrlo, porque el costo de malgastar la ficción es malgastar el sentido y la noción de realidad.
Lo demás es resignación. O simples juegos de enunciación. Al terminar de abrir y apilar las cajas en un rincón, lo posible ha terminado por agotarse, en el sentido de su disyunción de lo realmente inventariable y fungible. La Anacoreta buscará la liviandad en otros lugares que pueden ser los mismos, mientras perdure la maravillosa constatación del teatro, la teatralidad y la imaginación.
Ficha artística
Obra: La Anacoreta
Colectivo: Chalata - Teatro clown
Estilo teatral: Clown escénico
Actuación: Sofía Zapata
Dirección y dramaturgia: Sofía Zapata
Codirección: Kike Mediavilla y Fernando Acosta
Fotografías: Silvia Echevarria El Apuntador
Dirección de arte: Sozapato
Lugar: Alianza Francesa – Quito julio 2023
Datos del grupo y la obra:
Chalata - Teatro clown se funda el 22 de octubre del 2018, después de 14 años de preparación actoral con énfasis en clown escénico. En su experiencia profesional ha representado al Ecuador en más de 16 festivales de Perú, Colombia, El Salvador, Bolivia, México, Nicaragua y Honduras.
La Anacoreta se estrenó el 7 de junio del 2018 en el Teatro de la Alianza Francesa de Quito.
Ha realizado más de 20 presentaciones en la Sala El Tri-Ciclo (CCE), Teatro Malayerba, (Ecuador) Teatro R101 (Bogotá), Auditorio del Gobierno Provincial (Ambato), Palacio de Cristal (Guayaquil), La ratonera (Bolivia), Teatro de la ciudad de Chihuahua (México), Centro Cultural Helénico (México), Teatro Variedades (Ecuador) y Teatro Capitol (Ecuador).