Es fundador del grupo ecuatoriano-argentino Deus Ex Machina con el cual ha estrenado más 13 obras y ha desarrollado una metodología de actuación llamada “El Camino de las 4 Esferas”.

La conversación, siempre vivificante con Sebastián Cattán, tiene un punto de partida: definir una idea de teatro. Su idea de teatro y sus conjeturas. Eso nos lleva a enfrentar esclarecimientos y conceptualizaciones diversas sobre el lenguaje artístico, que exige entender los valores y la práctica de un oficio que es sobre todo humano. El teatro ecuatoriano actual sacude el significado, el significante y las formas sensibles. Eso se expresa en la dramaturgia contemporánea como en la obra Espantapájaros, escrita y dirigida por Cattán.

En el caso de su trabajo, lo importante es la contradicción necesaria, entre el ‘exceso de performance’ y los cuerpos que se resisten a la exhibición de su propio performance. Hablamos de desaceleraciones que permiten que la ficción encuentre cabida plena en una ‘verdad’ que está en las resonancias de las palabras. ¿Sacudirse de la palabra que actúa? (Rancière).

Alrededor de una idea de teatro más abierta, sin afinidades electivas, giró la conversación con este joven y talentoso director ecuatoriano, cuyo trabajo tiene implicancias artísticas, formativas y sociales, perfectamente claras. SR