El Apuntador

View Original

La lluvia: Testigo de una violación / Santiago Rivadeneira Aguirre

Es una obra de teatro que bien merece algunas lecturas, incluyendo aquella del compromiso de las sensibilidades (en plural), el de la concepción estética ligada a la conciencia (lo que se percibe o se interpreta) y a las emociones que se vuelven una nueva forma de práxis ‘filosófica’. Es decir, todo el proceso que le lleva al espectador a ‘equiparar la vida’ con lo categórico: en este caso, la violación brutal de una mujer perpetrada por un grupo de desalmados.

La lluvia: Testigo de una violación. Ayelén Escobar

Escrita y dirigida por Fernando Sáenz con la actuación de Ayelén Escobar del grupo de investigación Contracorriente, La lluvia: testigo de una violación proporciona un importante momento para la interpelación sobre los hechos de violencia contra las mujeres, porque a la vez que (se) pregunta, deja un gran espacio para entender la fingida e insuficiente ética de la sociedad que se desentiende de esos excesos y de las ‘catacumbas del espíritu’ que aún subsisten en los seres humanos, siendo parte del fallido ‘sistema socio cultural’ y jurídico. Elementos de verdad y elementos de moralidad que se entrecruzan.

La lluvia: Testigo de una violación. Ayelén Escobar

Hay un dispositivo adicional que coadyuva al despliegue semántico que debemos incorporar a esta preocupación: la autorreflexión, como parte de cierto rigor cognitivo que exige el texto, cuando pregunta al público sobre el número de violaciones, de abortos clandestinos y de violencia de género, que se reconocen diariamente en determinados estamentos de la sociedad señalados por la pobreza y las carencias básicas. Es una verdad que se desarrolla en la obra y se instala en el fenómeno estético, con algunas limitaciones en el momento que se vuelve enteramente ‘comunicativo’.

Al parecer –y es apenas una especulación– en la visión artística que se despliega desde la puesta en escena se privilegia el anuncio directo de los acontecimientos, de las cifras crudas para poner el acento en la conciencia del espectador (y de la misma sociedad) y en el mensaje crítico del texto que el personaje convierte en representación desde la ficción y los símbolos unificantes, para la comprensión cabal de lo que se quiere designar o significar. El potencial semántico del texto desde la singularidad del efecto estético, también se concibe como una expresión de la interioridad subjetiva del personaje, que narra con detalles el crimen feroz de la violación y el escarnio del que es objeto de parte de quienes consuman el delito, mientras la justicia y la policía se enredan en disquisiciones pseudo legales.

La lluvia: Testigo de una violación. Ayelén Escobar

Es la exigente actuación de la actriz, la que se encarga de romper cualquier tensión conservadora con intención puramente cognitiva. Los elementos expresivos (el vestuario, el paraguas, el espacio, el movimiento, la iluminación y la música) crean la emotividad donde termina de posicionarse el ‘discurso’ escénico: el personaje ‘narra’ su historia entre la dimensión comunicativa (necesaria) y la dimensión estético / mimética. Hay además una realidad momentáneamente ‘extralinguística’ (la risa, el llanto, los gestos, las muecas) que se recupera o se redescubre desde el ámbito autorreferencial.

El lenguaje poético permanece a expensas de los momentos ilustrativos de la historia del personaje y de la ‘extrarealidad’ que ya sin mediaciones, deja inconclusas algunas de las tensiones desagregadas del texto. El potencial de la verdad artística está en el enfoque que la puesta en escena le da a la violencia contra las mujeres y en la experiencia vital del personaje que cierra el espectáculo con citas literales de declaraciones del presidente de la república y su esposa, respecto de las violaciones y la posición de las mujeres que deberían ‘cuidarse mejor’, dichas en el contexto de un país sumido en graves crisis estructurales

Ficha Técnica 

Dramaturgia, dirección y puesta en escena: Fernando Sáenz

Actuación: Ayelén Escobar

Asesoría musical, grabación y edición: Pedro Bomfin

Sonido y luces: José Carrera

Escenografía y vestuario: Contracorriente

Asesoría de flamenco: Chayo Carrillo

Producción, administración y relaciones públicas: Ayelén Escobar

Colectivo Contracorriente, creado en 2001.

Obras presentadas: Marie Farrar de Fernando Sáez sobre poemas y canciones de Bertolt Brecht; Los monólogos de la vagina, de Eve Ensler; Más allá de la vagina de F. Sáenz; Medea material de Heiner Muller; y Marx en el Soho.

Temporada marzo 2023

Lugar: Casa Humboldt