El pez dorado: El sol seguirá subiendo, la sombra se ira corriendo, poco después volverá la tarde

¿Cómo se crea una obra?  El arte contemporáneo propone siempre varios horizontes, no obtura las disimiles posibilidades de pensar y vivir el arte. Una obra artística /escénica es una postal de las transformaciones y tensiones culturales de su época. El Pez Dorado en su ¨cumple número 10” abre corazón y bóveda de su proceso creativo que pone en movimiento los distintos lenguajes artísticos: lo corporal, sonoro, textual, visual y objetual.

El arte es mejor cuando se hace con cómplices.

Esta ciudad, Quito, no es cosa sencilla, es una ciudad que te trata bien o mal, la mezcla de ambas suele ser fatal, voy por la calle, la tarde esta esplendorosa, mucho calor, y en eso aparece el lugar donde ocurre la ceremonia. La obra es como un regalo para el corazón, te abraza, te cuestiona, analiza la existencia, pregunta, pone en jaque hasta lo menor, es un videojuego creado para manipular el dispositivo móvil que está en tú bóveda craneal/recuerdo. En mi caso cuestiona la ansiedad, la soledad, el autismo, la muerte, la fabricación de una sonrisa nueva, pensar que fue lo mejor del día, a esa hora del calor donde es imposible pensar otra cosa más que en suicidarse para estar fresco bajo tierra, con ese ramillete de flores exportadas compradas en línea. La obra es un tipo de inteligencia escénica que se construye como un cuerpo- territorio de: ¨ habilidades/inter-penetraciones de estados, acciones, pensamientos, voces, sonoridades, cuerpo-espacio de recorridos múltiples, replegado y proyectado desde su propia existencia /subjetividad, extendido en otras materias y expuesto a la relación con otros cuerpos/sujetos/objetos¨. En principio el cuerpo moviente/bailarinas es silencio/ruptura, son arte contemporáneo que privilegian el presente con respecto al futuro o al pasado, cuestionan el aburrimiento/mediático desde una superficie rectangular de 4 x 4, sus herramientas son una mesa, dos sillas, varios instrumentos: mecánicos, analógicos, digitales (celulares, computadoras), son escualos gigantes que caminan, cuidadosamente por el borde de lo liminal.  Varias escenas nos permite a los/las espectadoras ilusionarnos también con otros momentos más allá del arte, del fútbol, del modernismo, de lo tradicional, el producto artístico discute los mandatos del movimiento, demuestran que hay otras ambiciones además de ser el/la  mejor - el genuino artista moderno - denuncian el miedo tetra pack a la muerte, la problemática de la salud mental, disparan diálogos con la agenda política y con movimientos que militan estas áreas, las escenas son un amplio pasto que llega hasta la cercanía  de sus límites, es una cosa sencilla que se presenta paso a paso. Pero para llegar a las cosas más sencillas en la naturaleza es necesario emplear muchas formas, muchas técnicas, muchos modales; para las cosas más profundas utilizarlas de alguna manera. Ellas y El (Baquerizo, Zúñiga, Alcolea) son cuerpo dilatado ¨constituido por sus interioridad/es, apariencia/s, otredad/es e invisibilidades, aspectos interpenetrados y co-actuantes en la constitución de la presencia que acontece¨.

Son movientes que captan fuerzas, bajo este sentido las performer experimentan otros cuerpos, son disolubles a sus fijaciones identitarias, se perciben en constante mutabilidad, son cuerpo performativo que se articulan en la propia acción, se presentan desde las intensidades en devenir. De-vi-e-nen en llama de quienes están dispuestas a morir si la vida no es al menos como la soñaron en el abismo de la tarde.

La obra es una instalación rigurosa, el/la espectadora son similares a los dedos de las manos, la instalación se ubica - aunque solo sea temporalmente - en el contexto fijo, estable, cerrado de un ¨ aquí y ahora¨ topológicamente bien definido. Esto quiere decir que todos los objetos dispuestos en la escena/instalación son originales incluso cuando - o precisamente cuando - circulen por fuera de la instalación; como lo es una caja hermética que lleva un único orificio, es convidada por las bailarinas al espectador/a, en su interior está un fragmento del mar, los peces se movilizan, es una cabina de cine diminuta que cuestiona a la felicidad. ¿La felicidad debemos considerarla como un horizonte siempre abierto? La felicidad nos toma y nos utiliza como un carbón, la felicidad es consumo.

Las performer en esta obra no intentan responder a preguntas fifi y no se marean en palabras para los grandes asuntos de las mentes elevadas, las bailarinas escanean nuestros miedos íntimos con sus Smartphone; plantean una retrospectiva desde el neo viajero cyborg, son influencer en búsqueda de lo imposible, nos muestran que todos tenemos un pedazo de nuestra cabeza seteada por floricienta o los ricos también lloran.

Con respecto a la utilización de las nuevas tecnologías para la construcción escénica indico; creo que los dispositivos tecnológicos comunicacionales son el paradigma comunicacional contemporáneo de mayor influencia en el comportamiento del cuerpo. El celular contemporáneo se apropia de la afectividad y de la movilidad del sujeto, produciendo la estandarización y el control de las anatomías del cuerpo; defino a los dispositivos tecnológicos comunicacionales como sistemas de vigilancia los cuales crean una narrativa corporal, nuevas escalas, temporalidades y flujos de movimiento del cuerpo. Esto último se pone en evidencia en la obra construida por el Pez Dorado.

El sol seguirá subiendo, la sombra se irá corriendo, poco después volverá la tarde, es entonces, una obra que cuestiona las relaciones entre el cuerpo/soledad y el control desarrollado por los dispositivos tecnológicos hacia las nuevas narrativas, es una obra que cruza disciplinas artísticas, hace desaparecer las fronteras entre unos y otros hasta difuminar sus bordes disciplinares. Es una caricia abierta a la espera, al cuidado del expectante, no es una caricia de telenovela empañada por la rutina y la niebla de lo común; es disciplina contemporánea, preparación metódica, en palabras de Claudia Giannetti discuten que el cuerpo es una organización consensuada entre el cuerpo y la máquina, esta compaginación propone un cuerpo único conformado a partir de un conjunto en donde "lo primordial no se encuentra, por ende, en el cuerpo como tal (en la carne), sino en el proceso de creación: en el sujeto-proyecto" (Gianetti,1997)

Cuando termina la función no puedo con mis propias reflexiones acerca de la totalidad de la vida, lloré con espasmos, reí, cuestioné lo ordinario que puede ser el mundo, la obra te toma de la mano, es una calesita, te sube, te baja y en un momento te suelta para dejarte caer en tu propia historia; por más Pez Dorado que conmuevan siempre.

A la última escena la podría definir así: A tu amor, entiérralo; si era un acierto, de su cadáver brotará un sauce llorón.

Ficha técnica  

Fundación E. Kingman
Grupo El pez Dorado
Obra: El sol seguirá subiendo, la sombra se irá corriendo, poco después volverá la tarde.
Dirección: Jorge Alcolea
Interpretes: Juliana Zúñiga/ Cristina Baquerizo.