La actitud profesional y ética de la Revista El Apuntador, el registro minucioso, el análisis y la reflexión que le competen desde hace 20 años, tienen una correspondencia con la memoria y el pensamiento del teatro y la danza ecuatorianos. En ese sentido, junto al trabajo editorial y fotográfico intenso, la Revista es un referente obligado para pensar la relación entre los creadores y los espectadores.

Hablamos de las ganas de decir permanentes, de hablar sobre aquello que los creadores convierten en ficción nueva, reciente, casi tan cambiante como la propia realidad. Es la calidad estética y las temporalidades de la que están hechas las obras, la que le ha permitido a la Revista, a sus colaboradores que han sido muchos, establecer una relación franca entre ‘la poética de la ficción’ y la realidad como si fueran aspectos correspondientes y litigantes, uno del otro al mismo tiempo.

El Apuntador mantiene un registro y análisis del hecho escénico que recoge una larga e importante historia de nuestras artes escénicas, complementada por dos ediciones estupendas: Cartografía de la Danza Moderna y Contemporánea del Ecuador (2 tomos). Y las recientes: Las temporalidades del Teatro Ecuatoriano de los 70 a los 90 y en su segundo tomo: Las temporalidades del Teatro Ecuatoriano, La entrada al nuevo milenio. 

El ‘fruto del hacer’ de ambas partes –el del hecho escénico y el trabajo crítico de la Revista El Apuntador– está vinculado a la acción en términos de la necesidad de pensar los distintos acontecimientos del teatro y la danza, cuya capacidad de comenzar y recomenzar es abrumadoramente fecunda, como gesto creativo que además involucra la parte sensible y espiritual de la sociedad. Están como constancia material, el acervo fotográfico y el registro visual que son de por sí un patrimonio real e intangible.

 La generación escénica (el camino poético) está contenido en las búsquedas obstinadas del teatro y la danza. El Apuntador da cuenta de ello y se coloca del lado de lo que acontece a través de las distintas acciones programadas para el ahora y los días venideros: encuentros teóricos, debates, entrevistas transmitidas en vivo, relaciones con sus pares del país y del exterior, contactos con las universidades, las particularidades de los procesos formativos;  por supuesto, la cobertura permanente junto al análisis crítico de los espectáculos. Les invitamos a ser parte de este proyecto con sus colaboraciones, acercamientos y otras formas críticas de participación.

El Apuntador