El trabajo de Nito Paya se basa en el teatro gestual, que involucra algunas actitudes y cualidades: ser simpático, el respeto al público y la inocencia. Nito Paya es Juan Sánchez, un artista quiteño que tiene más de veinte años ‘interviniendo buses, plazas, parques, teatros, casa y toda clase de espacios públicos o de reunión’. Es decir, un trabajo que se desplaza por el juego multidisciplinario, que incorpora varios lenguajes como la música, el circo, la memoria oral, el mimo dramático y la danza contemporánea.

En ese devenir artístico, el personaje de Nito Paya se construye en las calles y en los espacios abiertos, con la participación directa de la gente, casi como si fuera un descubrimiento interpuesto por una capacidad deliberada de intromisión, de sensibilidad y de continua reciprocidad. Eso le lleva a decir, de manera vehemente y convencida, que “el pueblo es mi mejor maestro”. Así define sus líneas de acción cuando ‘interviene’ a la entrada de los espectáculos, en las antesalas de los teatros, enarbolando su guitarra y sus canciones, para contar historias a través de la música, y una oralidad apasionada.

Entre sus maestros están Guido Navarro, Kléver Viera, Jaime Guevara, Caroline Dream, América Pazmiño, Paco Palcomo, Yann Costa. A comienzos del 2000, pudo crear el Laboratorio de Teatro Gestual Do Pingüe Terapia Festiva,           que también marca el nacimiento del personaje Nirtoribio de la Plaza que después se traduce bajo la sonoridad amplia y generosa de Nito Paya.

En el 2018 Nito Paya o Juan Sánchez, con el apoyo y colaboración de algunos artistas, concibe la Semana del Payaso Ecuatoriano de las ramas del Clown, el circo, la danza y la magia. Y su definitiva convicción artística le ratifica como un ‘obrero del cuerpo, de la risa y de la música’, que lo convierte en un importante referente del teatro popular quiteño y ecuatoriano.

Su palabra y su voz vienen enseguida.