El Apuntador

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En las medianías encuentro la danza / Natalia Orozco Lucena

Soy creadora y hacedora de la danza en Colombia; me enuncio desde el hacer, pues mi trasegar por la danza ha estado siempre en constante movilidad; yendo y viniendo entre la creación, la interpretación, la escritura, el compartir, el agenciar, el dudar, el regresar, el reafirmar, el silenciar. Este momento particular, este 2020, me sorprende en medio de nuevos comienzos, de nuevos abordajes que me hacen volver la mirada y la escucha hacía consignas quizás olvidadas, reservadas, a la sombra de una luz casi incandescente. Actualmente me encuentro vinculada a proyectos interdisciplinares en las artes en la Universidad Nacional de Colombia y en la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Mi presencia en estos proyectos ha estado permeado por el deseo de movilizar experiencias "sentipensantes" desde el cuerpo y sus modos múltiples de configurar el mundo.

Hasta enero del 2020 y desde el año 2016 hice parte como Gerente de Danza del proceso de gestión pública de las Artes en la ciudad de Bogotá, en el Instituto Distrital de las Artes; durante estos cuatro años, diversas y profundas inquietudes acompañaron el quehacer de la gestión: la descentralización, la diversificación del modo de vivir la danza en la ciudad, el encuentro como escenario político/poético de la danza, entre muchos otras. Hoy, estas inquietudes continúan en el cuerpo, se escriben y se debaten de diversas maneras y hoy su forma de interpelar el hacer activa sospechas respecto a los andamiajes coloniales, patriarcales y capitalistas sobre los cuales se sostiene el suelo de nuestra agencia cultural de la danza.

Volver a la vivencia del cuerpo, a su potencia pero así también a su fragilidad, volver la atención a su tiempo, al cuidado, a las redes del accionar micropolítico, ha implicado una re-apropiación de lo aprendido, lo experienciado al nivel macropolítico de la gestión pública institucional. Y aquí la escritura, la letra ha sido una manera, como lo recuerda Suely Rolnik de desanudar el nudo de la garganta, para anidar la palabra, para destejer el dolor y enredar las voces con otres, para organizar las rabias y re-activar la escucha, "ese mirar olvidado". Escribiendo, no solo con letras, las fibras acústicas a ratos han atenuado la tiranía de la mirada, haciéndome parte de..., presintiéndome como una ocurrencia situada y contradictoria, al lado de tantas ocurrencias de vida.


 Natalia Orozco Lucena

Investigadora del cuerpo

Colombia