El Apuntador

View Original

La furia: un espejo enérgico, fuerte, feroz de la vida /Jhonatan Salazar Achig  

Un día normal te paras en una calle y miras a tu alrededor. Hay una vida enloquecida que te rodea: gritos, aceleramiento, tráfico, malhumor, pantallas por todas partes, tano que la vida parece “un cuento relatado por un idiota, lleno de ruido y furia, sin significado alguno”[1]Así existimos hoy, como un sinnúmero de ruidos y furias que se cuelan en todos los aspectos de la vida diaria.

Mamma mia ke 15 k / Miltón Granda

Vivimos en lo que se la ha llamado la sociedad del rendimiento y la productividad, un concepto desarrollado por el filósofo surcoreano Byung-Chul Han, aludiendo a que somos una organización social y cultural que se caracteriza por la búsqueda constante de eficiencia, éxito y logros individuales, donde el valor principal es la productividad, la competitividad y la optimización de los resultados. Y enfatiza en la idea de que cada individuo es responsable de su propio éxito y que el fracaso se atribuye a la falta de esfuerzo o habilidad personal. Vivimos una presión constante para cumplir metas, alcanzar objetivos y superarse continuamente.

Esta mentalidad se deriva de la lógica del sistema neoliberal, que prioriza la maximización de la producción y el crecimiento económico. Se promueve en todas partes una cultura del trabajo duro, la acumulación de riqueza y el consumismo como formas de medir el éxito y el estatus social. Sin embargo, esta obsesión tiene consecuencias negativas; genera altos niveles de estrés, agotamiento y ansiedad en las personas. Constantemente la gente se siente presionada para ser más eficiente y competitiva. En ese trajín el ser humano mira sus relaciones interpersonales afectadas, ya que las otras personas se vuelven instrumentales y utilitarias, nos conectamos con otros que nos impulsen el éxito individual.

Mamma mia ke 15 k. Emanu Emanuele.

En ese marco, las personas se ven cada vez más solas, consumen drogas, energizantes, vitaminas, comida rápida, lo que le lleva a una forma de autodestrucción o agonía. Personajes así nos desvelan las obras de microteatro presentadas por el Proyecto Furia y Teatro. Así se muestran los personajes Gómez" Chuletazo" y el "Loco Martínez” en Mamma mía ke 15k. Dos excéntricos periodistas deportivos, que conducen el programa "Noches de Furia y Teatro", desde la señal lumpen y pirata de "Radio Real", cuyo lema es: siempre leal, nunca desleal. Ambos personajes aparecen en escena extasiados, locos, sobreexcitados, y desde sus micrófonos se muestran constantemente en la búsqueda de satisfacción inmediata y placer sin límites.

Mamma mia ke 15 k. Emanu Emanuele.

En su segmento deportivo abusan de drogas, buscan llevar al límite sus experiencias. Desde la fanfarronería cuentan chistes agrios, narran además las peripatéticas historias del "longo itañolo"; un personaje mitad italiano, mitad quiteño que debe constantemente autoexplorarse para participar en la carrera 15k.  Personaje que entrena sin miedo al dolor, que mira al dolor como el éxito de su autoexplotación, arropado con una capa que lleva inscrito en letras “amor y furia”, personifica la autoexplotación de la que habla Byung-Chul Han. “El tú puedes produce coacciones masivas en las que el sujeto del rendimiento se rompe en toda regla. La coacción engendrada por uno mismo se presenta como libertad, de modo que no es reconocida como tal. El tú puedes incluso ejerce más coacción que el tú debes. La coacción propia es más fatal que la coacción ajena, ya que no es posible ninguna resistencia contra sí mismo”[2].  El personaje se autoexige tanto que solo puede quebrarse justamente cuando realiza una llamada al programa radial, y pese a su dolor no recibe misericordia del otro lado, sino solo el vacío comentario de un dios ciego y testarudo que le abandona y le deja que se rompa solo. En ese momento se justifica la voz en off que escuchamos al inicio ¿será que Dios se olvidó de mí? ¿será que viene a buscarme? y ya notamos que no será así.

Byung-Chul Han argumenta que en la sociedad actual muchas personas se autoexplotan, sometiéndose voluntariamente a altas demandas de rendimiento y trabajo, sin establecer límites claros entre el ámbito laboral y personal. Así lo evidencian los locutores, deteriorados, enfermos, sin capacidad de empatía con el otro y sin piedad por sí mismos, tan perdidos que durante su programa se empiezan a reclamar por la droga que consumen llegando al clímax donde uno dispara al otro. Pero esa muerte es banalizada, el show debe continuar dice uno, aquí no ha pasado nada dice otro, las armas ya son legales, se dice también. Y para tapar lo ocurrido ensayan un acto de magia para que los espectadores no asimilen lo ocurrido sino lo trasladen a lo bufonesco. Un guiño a la sociedad ecuatoriana actual que vive en una violencia cruda, hasta cierto punto banalizada por los medios. La obra es una caricatura de nuestra sociedad quiteña que día a día asimila la violencia, las armas, las drogas como algo normal. Una ciudad que de a poco le va quitando a Buenos Aires el calificativo de ciudad de la furia[3].

Pá ké te combo cuento.Verónica Castillo/ Gabriela Díaz.

Emanuele Mena Guadalupe, director y dramaturgo, es el creador de ambas obras de microteatro que se presentaron en la Asociación Humboldt. Aborda temas de realismo social desde una visión farsesca y bufonesca, las considera un espejo de la sociedad, mirada desde la furia, porque ahí está lo contestatario. La furia como reacción a la injusticia.

Considera además que dentro del teatro hay muchas aristas que no se abordan, y son esos temas el tópico de la segunda obra presentada Pá ké te combo cuento, donde tenemos a Estefán como personaje principal. Ella aparece sola en su casa y se describe a sí misma como una actriz sin fama ni gloria. Se la ve sola llena de ansiedad y desesperación ante la dificultad que tiene de concluir un texto teatral. Fantasea entonces con sus alter egos teatrales, representadas por dos actrices; una melodramática, y la otra farsesco - cómica.

Pá ké te combo cuento. Karina Cárdenas /Gabriela Díaz.

Sus personalidades le cuestionan su modo de hacer y entender el teatro en relación a su vida cotidiana. En realidad, le cuestionan todo, cada idea de Estefán es increpada por sus alter egos, que, sin embargo, comparten con ella el sueño de realizar una obra de arte “inigualable”, “única”, “mundialmente irrepetible”.

Retratan la ansiedad en el proceso creativo, esos instantes en que un artista se llena de miedos: no sirvo, mi obra es mala, no sé cómo terminarla. Se examina el proceso de creación artística como una exposición constante a la sobreestimulación lo que también conlleva, en cierto punto, el concepto de autoexplotación. En el caso del personaje de la obra la vemos imponiéndose a sí misma altas expectativas, horarios extensos y una presión constante para estar disponible y productiva en todo momento. Es que no le basta con su obra, sino además tiene que estar pensando en otros medios de subsistencia, en emprender negocios a los que va invitando de forma interactiva al público.

El discurso de la autorrealización y el emprendimiento individual de Estefán la sobresaturan y la vemos bregar incansablemente por la perfección, trabajando sin descanso y descuidando sus relaciones personales y su bienestar emocional y físico. Es un personaje repleto de furia.

Las dos obras de Emanuele Mena Guadalupe son una búsqueda en el teatro performático, inicio de un camino y búsqueda dramatúrgica.

 Ficha técnica

Pá ké te combo cuento

Actúan: Karina Cárdenas/ Verónica Castillo/ Gabriela Díaz.

Dirección y Dramaturgia: Emanuele Mena Guadalupe.

Duración: 25 minutos.

Formato: Teatro corto.

Mamma mia ke 15 k

Actúan: Camilo Pacheco Ruales /Miltón Granda/ Emanu Emanuele.

Puesta en escena: Proyecto FURIA Y TEATRO/

Dirección y Dramaturgia: Emanuele Mena Guadalupe, Director y Dramaturgo  

Duración: 25 minutos.

Formato:  Teatro corto.

Fotos Silvia Echevarria E lApuntador

[1] Soliloquio del acto 5, escena 5 del Macbeth de Shakespeare

[2] Byung-Chul Han, La agonía del Eros, Herder. 2014.

[3] En la ciudad de la furia, canción de Soda Estereo