Describir un asesinato es imposible, porque no solo involucra hablar de la acción y sus detalles, sino que sería inentendible sin hablar de todo lo que hay detrás: las intenciones, los fines, las razones que muchas veces se quedan cortas con el desenlace. Es que para hablar de un crimen parece que resulta ineludible recorrer el pasado, presente y futuro de la acción y de sus intervinientes. No se diga, además, que también resulta inevitable explorar la psiquis humana. Entonces, es un trabajo que requiere mucha minuciosidad para tratar de lograr una descripción casi fehaciente del hecho. Sin siquiera llegar al crimen, sino solo a la planificación del mismo, la obra Las Criadas de Jean Genet, nos entrega una experiencia que lleva al espectador a hundirse en un mundo oscuro y surrealista del que sale indiscutiblemente afectado.

Las Criadas es una obra teatral escrita en 1947 por Jean Genet. La trama gira en torno a dos mujeres, Solange y Clara, que trabajan para una señora rica y cruel. Ambas, a lo largo de la obra, planifican la forma de cómo asesinarla llevando a cabo rituales perversos y fantasías sádicas. Es una obra teatral intrigante y provocadora que examina la naturaleza de la servidumbre, la  fantasía y la rebelión en un contexto de opresión social. Una obra que mantiene su vigencia debido a su forma de presentar la trama.

Tenemos en escena un tema controversial (la planificación de un asesinato) que es presentado mediante la idea estética de un juego de espejos, recurso que marca un quiebre respecto de la ficción y la realidad. Esas características sostienen a Las Criadas, que fue montada y producida por el Estudio de Actores, que este 2024 cumple cinco años de trayectoria y para celebrarlo se presentó en su Casa, donde todo empezó.

Sin duda que, a lo largo de la obra, la línea entre la realidad y la fantasía se desdibuja, y el espectador se ve inmerso en un mundo surrealista (con el marcado estilo de Genet). Las criadas elaboran planes para asesinar a su señora, y para que esos planes sean exactos, en ausencia del ella, practican haciendo una simulación de la situación, ese proceso de representación es tan obsesivo que la situación se complica a medida que los límites entre la ficción y la verdad se vuelven borrosos.

Si uso la etiqueta de "surrealista", es porque la obra de Genet se caracteriza por ello. Me refiero a la representación de situaciones y eventos que van más allá de lo lógico y racional, sumergiéndose en lo irracional y lo onírico. En Las Criadas, los juegos de roles extremos y los elementos simbólicos contribuyen a la naturaleza surrealista de la obra. La línea entre lo real y lo imaginario se desdibuja, creando un ambiente teatral que desafía las convenciones y permite explorar dimensiones psicológicas y emocionales de manera no convencional.

Es una obra que engloba varias características distintivas de la literatura de Genet. Por un lado, la exploración de la marginalidad, no olvidemos que Genet vivió gran parte de su vida en la marginalidad y la delincuencia, y que aborda temas relacionados con ello. Sus personajes desafían las normas sociales y exploran la complejidad de la identidad en contextos marginales. Vemos también erotismo y exploración de tabúes. De forma abierta y provocativa se trata la sexualidad, el erotismo, con momentos que incluyen elementos sensuales entre las criadas y simbólicos que desafían las convenciones sociales, para explorar la conexión entre poder y sexualidad.

Esta obra nos presenta situaciones que desafían la lógica y la realidad convencional, explorando dimensiones psicológicas y emocionales de manera no lineal, para ello usa una prosa poética y simbólica para transmitir emociones y significados más allá de la superficie de la trama. Explora las complejidades de las relaciones de poder, la opresión y la resistencia, utilizando personajes que desafían activamente las estructuras establecidas. En escena tenemos a hombres actores representando a las ‘mujeres’ (las criadas), un juego que lleva a crear una feminidad sin mujer, buscan su feminidad desde su masculinidad, eso conduce a exacerbar las apariencias y las diferencias. Luego tenemos una pretensión de hacer teatro dentro del teatro. Una de las criadas, para representar el asesinato, toma el papel de su ama. Usa el disfraz para engañar y engañarse. Por último, les vemos afrontando un juego que les ha desdibujado a ellas mismas y están siendo absorbidas por la representación de la representación, de la representación…

Solange y Clara planean con teatro su asesinato. Buscan con meticulosidad y adoración matar a la señora a la que al mismo tiempo aman y odian, porque es como su figura materna, pero también su verduga. Y cuando vemos en escena a la señora, entendemos que la paranoia de las criadas no es en vano, pues estamos frente a la representación del poder paranoico, es ella y su situación la que ha construido a sus criadas, es ella la que les humilla constantemente, con el sello clásico de los aristócratas, que piensan y lo naturalizan, como diciendo: te humillo por tu bien. 

Entonces ellas quieren acabar con ese odio - amor, mostrando una lucha de poderes que terminará matando lo que consideran que les está haciendo mal, pero que termina siendo un intento por auto eliminarse o eliminarse una a la otra. Sin duda la obra desafía las normas sociales, explora la marginalidad y ofrece una visión provocativa y poética de la condición humana. Además, llama la atención su exploración de las complejidades de las relaciones de poder, que se exploran de varias maneras que incluyen: Juego de roles y ficción, eso lo vemos cuando Solange y Clara, juegan a representar roles diferentes, incluyendo el de su ama. Este juego sirve como una forma de escape y expresión de sus deseos reprimidos y pone de manifiesto cómo las estructuras de poder pueden influir en la percepción de la realidad. Mediante la inversión de roles las criadas desafían las jerarquías sociales establecidas y subvierte las normas de poder convencionales, además sugiere una resistencia contra la opresión.

También vemos la relación compleja entre la violencia y la sumisión. Las criadas planean asesinar a su ama, lo que representa una forma extrema de liberación de la opresión, pero al mismo tiempo, la violencia puede ser vista como una manifestación del poder mismo. Las criadas desconfían entre sí y hay un elemento constante de manipulación en su relación. Esto refleja cómo las dinámicas de poder pueden generar desconfianza incluso entre aquellos que buscan rebelarse juntos.

El teatro del absurdo y el surrealismo en conjunto hacen de la obra de Genet un lugar para cuestionar y desafiar las estructuras sociales, revelando cómo las relaciones de poder pueden ser complejas, conflictivas y, a veces, autocontradictorias.

FICHA TÉCNICA

Estudio de Actores

Obra: Las Criadas de Jean Genet

Texto: Jean Genet

Actores: JC Camacho (Solange)  Johnny Hidalgo (Clara) Carlos Álvarez (La señora)

Diseño gráfico y fotografía: Vanesa Trujillo

Dirección: Daniela Sánchez B.

Asistencia de dirección: Vanesa Trujillo