Esta es una obra de teatro unipersonal, de 55 minutos de duración, interpretada por Mishell Banda y dirigida por dos reconocidos artistas dentro del ámbito escénico latinoamericano como son Arístides Vargas y Charo Francés.

La obra es narrada de forma atemporal por tres voces: una niña, una adulta y una anciana, cuyas historias y memorias de violencia se entrecruzan para dar cuenta de lo que significa para ellas ser mujer en un mundo de hombres, regido por mandatos morales y sociales que se vuelven cárceles silenciosas en donde no solamente son presas sino también verdugas.

La actriz plantea, a través de distintos cuadros y monólogos, un recorrido por las islas afectivas de la maternidad, la infancia, el crecimiento y el primer amor, la imposible tarea de desanudar nuestros recuerdos de cordeles tejidos en forma de lazos umbilicales. Un universo que nos recuerda la fragilidad sobre la que navegan nuestras historias, como pequeños barquitos de papel en mares turbulentos e insondables, luchando una y otra vez contra el naufragio de la desilusión, la espera y el tiempo.