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ANGELOTE AMOR MÍO /Troca y truco desde la mirada de Kléver Viera /Genoveva Mora Toral

Angelote amor mío. Klever Viera.

ANGELOTE AMOR MÍO /Troca y truco desde la mirada de Kléver Viera /Genoveva Mora Toral

Como anota Luis Antonio de Vilena en el prólogo del cuento que da nombre a esta puesta en escena: “Angelote, amor mío -narración sin narración-, relato por evocación-es una pequeña joya de la gran tradición, tan nuestra del Barroco hispánico…” 1

Mucho de esto configura la propuesta de Viera, él también como un personaje complejo, un maestro y coreógrafo, bailarín y ser humano con grandes virtudes y defectos, ha transitado, y lo sigue haciendo por el camino de la danza, sentido último de su vida, en este pueblo barroco también, donde lxs artistas (por descuido muchas veces y por ausencia de políticas) llegan a la madurez de su carrera sin puerto donde anclar

Viera es un ejemplo de esto, como él hay muchxs. Cuánto tendrá que pasar para que se instituya el apoyo a los artistas escénicos, no termino de insistir en la pregunta: ¿por un plan de seguridad social, y no hablo de gratuidad sino de un apoyo, concebido para que sea factible no se ha instituido?; ¿por qué dotar de espacios para trabajo, vital para seguir creando, es en este Ecuador una eterna e inalcanzable utopía?

Angelote amor mío

Sé que el tema no se resume en este par de preguntas, entiendo que es complejo; y por añadidura, como el efímero arte escénico, por metonimia parece haber alcanzado a los artistas: son invisibles a los ojos de la política; y en cierta medida, ellxs también han asumido esta condición; razón, quizás, para la falta de cohesión de estos gremios en el sentido práctico de la vida, en la consecución de objetivos, en la objetividad para plantear de manera formal sus peticiones.

Lo señalo no en son de crítica- seguramente las reacciones aflorarán- pero nos guste o no, esa es la realidad. Tal como sucede con ‘la gente del arte’ que llega la instancia pública, muchos se vuelven ciegxs, sordxs y mudxs, seguramente porque ejercen un efímero poder. No obstante, persiste el poder del arte, Viera, aunque no cuenta con espacio alguno, aprovecha el que le ofrecen y sigue sosteniendo su Taller permanente de investigación escénica.

Por lo expresado, por convicción y por reconocimiento a estas artes, seguimos en nuestra tarea de El Apuntador…

“Tengo una espinita que marca mi huella…tengo una fierita gritándome desde dentro no es mí, no es yo, tengo una espinita que sopla no ventila…” 2 pone el ritmo a esta nostalgia que brota y resuena en los personajes, trazados y asumidos desde lo esperpéntico, condición casi obligatoria para habitar la atmósfera de este relato, quepara nada se sustenta en la anécdota, al contrario, la voz narradora nos sumerge en el a-normal periplo de vidas fuera de lo ‘natural’, es decir, vidas fuera de aquello que se ha naturalizado/normalizado.

1 Vásconez, Javier, Doble Rostro 2015, segunda edición. Quito-Ecuador

2 Espinita, Banda Ionica

Kléver Viera, director de esta propuesta, imbrica danza, teatro y perfomance pero, por sobre todo, pone en escena cuerpos que emergen y se sumergen en la música tanto como en el texto. Así, por ejemplo, Vampiro masquerado -Peter Gundry- cambia el ritmo y marca la cadencia del ‘entierro’, y en son de vals, más la voz del secretario, eleva el recuerdo y la memoria escondida de Angelote, su vida y sus tormentosos afectos. Mientras nosotrxs inmersos en la escena deambulamos, a ratos seducidos por

voces que narran -los mismos personajes- en medio de la niebla y el imagen de un ángel violador; los ángeles bailan y suena Raissa; el monje atraviesa la escena.

Bailarines y público -convertido también en performer, ya sea porque esquiva o se siente agredido, o porque se ha dejado seducir por las acciones teatrales, vagabundea por este espacio que acoge personajes y voyeurs, todxs, momentáneamente, somos parte de este underground, de este mundo-alter repleto de acción e imágenes y de palabras que nos interpelan y repelen.

Angelote amor mío

Las obras están hechas de personajes cuya sustancia y potencia es disímil, y no se trata de señalar quién fue mejor o menor, sino de resaltar cómo; porque cuando hay claridad en discurso, todas las voces/cuerpos se escuchan, aunque irremediablemente algunas predominan. No quiero dejar de distinguirse el trabajo contundente de Angélica Montúfar, ella con su sola presencia logra crear una atmósfera, no es protagonista, pero en su andar por ese mundo va dejando caer una marca, una energía

que resuena en el espacio, ella está dentro de su mundo, su mirada es interior por eso el gesto, amalgama de danza y teatro, nace profundo y se transforma en una especiede onda silenciosa y expansiva. Omar Bonilla consigue imponer lo suyo mediante un gesto decidido, de modo que sus bemoles pasan desapercibidos, tal como sucede(técnicamente, hablando de danza) con Caymo Pizarro, una mujer entregada a su papel, auténtica, porque hacer un desnudo requiere de convicción, más aún en estos

tiempos donde predomina esa imagen modelo de mujer perfecta; el cuerpo expuesto se vuelve un rotundo símbolo del personaje, es Petrona al descubierto y es al mismo tiempo mujer revestida de una máscara que blanquea su flaquezas. Kléver el director, el monje excéntrico cuya presencia genera un discurso; todos estos personajes con susluces y sombras, que por cierto se reiteran a través del trabajo de iluminación deSantiago Vergara, nos trasladan a la ‘leyenda’ de Angelote, porque quienes lo hemos

leído, confirmamos que su existencia es indiscutible, que Vásconez nos ha contado un secreto a viva voz.

Converso con Kléver para cerrar mi lectura de Angelote, amor mío

1. ¿Quiénes son los actores/bailarines?

K.V. El elenco ha cambiado, solamente Omar estuvo en original, junto a Cristina Cilio, Gabriela Sarango y Nicolé Reina; hoy nos acompaña Angélica Montúfar y Caymo Pizarro. Yo trabajo con cuerpos; por eso me resultó tan difícil vivir la pandemia, donde me enfrento al imposible que es vivir de la danza, sostener

un grupo en el tiempo, ¡es muy difícil! Pero hay un artefacto, una propuesta estética resultado de los últimos años del taller, Omar Bonilla ha pasado todo el proceso del taller, él es Licenciado de la Facultad de la Escuela de la Central.

Esta obra me ha costado mucho, pero también he confirmado la atracción, mi apego por la teatralidad. Había hecho varias versiones, esta nació del laboratorio, donde encerrados y texto en mano, la montamos muy rápido, y eso no me favoreció porque no logré construir transiciones, pero al final hemos logramos editarla y se puede sentir el sabor del cuento y enaltecer el valor de la palabra, de eso estoy contento, y de la posibilidad de seguir.

2. ¿Cómo trabajaron para llegar a esta puesta en escena?

K.V. Siempre parto de una visión, de un paisaje y ese paisaje ese espacio lo veía frío, blanco, en una sala, en un museo, quería mármol para oponer al barroco quiteño. Estos cajones que usamos son pedestales de esculturas, como para insistir en el concepto de que “este arte es el que mejor se conserva”, y yo

quiero que la literatura se conserve viva, quiero hacer un retrato que la inmortalice. Empecé con una cierta arrogancia hacia teatro, pensé que podía manejarlo, y este cuento me ha enseñado mucho, y me ha aleccionado a respetar el trabajo del actor. El manejo de la voz, etc.

3. En este cuento, ¿cómo logras no pasar la línea del morbo para sostener la del arte?

K.V. Es muy riesgoso y provocador, hay mucha tentación, lo que me salvó es la sinceridad y el respeto al cuerpo y a la persona, además, yo entré directamente y dije el tema es el ano, por eso trabajamos primero entre cuerpos, sintiendo, asentando el ano en el cuerpo del compañero, y eso zafó los pudores, esa entrega de las mujeres, la honestidad del cuerpo que logramos en la cotidianidad hizo este milagro. Asimismo, el trabajo con el falo fue complejopara construir cada escena con cuidado, para evadir la tentación de los falos; a ratos quería travestirme, pero no me atreví; yo trabajo mucho con la humildad,

el silencio, y como ya veníamos trabajando años, logré profundizar en el texto y salir limpiamente en el montaje, humanamente hablando.

Versión Angelote amor mío / 23 de Febrero 2022

Bésame forastero/ Adriana Oña

Bésame forastero/ Adriana Oña

Los horizontes de sol / Santiago Rivadeneira Aguirre

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