EL SECRETO DE LA EXISTENCIA Santiago Ribadeneira Aguirre
Josefina Misterio de los 7 Mares Verdezoto inventó el secreto e inventó el misterio, para situarse frente a un logos-con-memoria. Para Josefina es una forma de entender el arbitrio y la facultad de ‘recoger’: un criterio, un pensamiento, una esperanza. También están las acciones ontológicas de discernir, seleccionar o elegir (Fernando Soler, 2017). No es simplemente una construcción deliberada de lo anamnésico, como el argumento que fluye en el río de los pensamientos. El ejercicio deliberado es que Josefina, la detective, pueda resolver ‘el misterio de la desaparición de los calcetines de los habitantes de todo un pueblo’. El logos de este personaje es valerse del enigma para descubrir el sentido de la existencia.
Un estorboso asistente llamado Robert que solo tiene voz y no presencia, es el ente que le habla a Josefina para recordarle los horarios de sus obligaciones domésticas y de salud. Es como una conciencia interior que pretende exigir la búsqueda del sentido y el significado de lo que hace y lo que ha dejado de hacer. Hay un teléfono que suena en ocasiones, con el mismo propósito. Es por esa obligación existencial que Josefina inventa el misterio e inventa los secretos como la gran unidad que pudiera ayudarle a sostener la construcción de su realidad: en lugar de hacerle caso a su memoria que ha comenzado a deteriorarse, Josefina (Anita Cobagango) debe escuchar el ‘logos de la naturaleza’ como pretendió Heráclito, repitiendo: "No a mí, sino habiendo escuchado al logos, es sabio decir junto a él que todo es uno". Es el sentido de unidad lo que debe recuperarse en el camino de la investigación para descubrir el misterio de la desaparición de los calcetines impares del pueblo.
El sentido de existencia –al menos sostenido por el psicoanálisis– está considerado como una de las praxis más valiosas del ser humano. Josefina Misterio de los 7 Mares, lo sabe. Y sabe también que no puede haber conocimiento sin memoria. Al asumir el riesgo de la investigación, el personaje saca a flote otros misterios, como el del lenguaje y la capacidad de nombrar las cosas para separar el grano de la paja. Solo acepta aquellos calcetines impares y de colores brillantes. Diseña la estrategia de su investigación con pistas (1, 2 y 3) que le aproximan al trasvase de una existencia en otra existencia. O el trasvase de unos recuerdos en otros recuerdos mientras Robert, con insistencia, quiere que Josefina, la experimentada detective privada 00097, se cure de la peste del olvido con pastillas y medicamentos.
La memoria tiene pliegues ocultos, como los planos del pensar. Es por ello que Josefina acude, sin saberlo, a la explicitación de lo oculto o lo misterioso cuando encuentra los calcetines impares, de colores también disímiles, que puede entenderse como voces múltiples que vigilan el logos (el sentido y la praxis) de quienes pensaron lo impensable llevados de la mano de la memoria y del olvido.
Los calcetines encuentran su lugar y destino en un grupo de muñecos pequeños a los que Josefina Misterio viste con apego, en una nueva dimensión de la memoria que es el nuevo punto de partida, tal vez para que más adelante ella comience una nueva investigación premunida de nuevos secretos y misterios.
FICHA TÉCNICA
Obra: La agente 00097
Actriz: Anita Cobagango
Voz Robert: Joaquín Lara
Dirección: Silvia Brito
Edición sonido: Pablo López
Lugar: Patio de Comedias / 2024