LAS VOCES DE VIOLETA
Genoveva Mora
Cinco cuerpos y una voz, ponen en escena la memoria de un personaje: Violeta Parra, la mujer que precisamente hizo de su voz la herramienta para hablarle al mundo, de su gente, su condición y, principalmente, de su música. De hecho la labor de recuperación de la música tradicional de Chile fue uno de los más grandes logros de esta portentosa mujer.
Violeta, en esta propuesta, se desdobla en tres personajes -Johana Jara, Cristina Duque y Laura Oviedo- tres actrices y un mismo personaje, cuyo eco y complemento es la voz y la guitarra de Karina Clavijo. Él, -David Paredes- es Pablo, el poeta y muchos más, es la presencia del hombre sensible, es poesía.
Violeta Parra es un icono de la música popular y también de una época, porque con su voz y sus arpilleras trascendió fronteras. Traer su presencia a escena implica apropiarse de la mejor manera posible de su condición de artista y activista. Areka Teatro toma tu poesía, Patricio Rivas atrapa las décimas de Parra y multiplica la voz poética en esta representación donde la creación colectiva asume la tarea.
Decir la obra en verso agranda la escena, la magia de la poesía embarca al espectador en un ritmo que concentra energía y nos saca del diálogo cotidiano. Bien sabemos que hacer poesía es ahorrar palabras y en ese acto sucede el oxímoron, palabra que concentra y expande; así es la sensación que se vive: las palabras dichas por estas mujeres que son una y muchas a la vez, aglutinan la potencia del verso porque ese verso se hace cuerpo y esos cuerpos trazan en sí mismos una dramaturgia que vive en cada frase, en cada gesto.
Las décimas de Violeta van trazando no solamente la dramaturgia textual sino que expanden el tiempo y espacio escénico donde, además, lo objetos mínimos que ahí confluyen se transforman en símbolo de su memoria. Así los bordados dejan de pertenecer únicamente a la poeta para mostrar en su textura la huella del trabajo femenino bordado puntada a puntada.
La obra transcurre con un ritmo cadencioso, sin sobresaltos ni clímax; no obstante, consigue trasladar fragmentos fundamentales de la biografía de Parra. Bordar los recuerdos, acentuar las voces mediante la presencia de estas mujeres que se despliegan ‘violetas’, arpilleras de su tiempo que afianzan un personaje entero.
La dramaturgia se fortalece con la música en vivo, y la voz de Karina reafirma el verso cuando entra al escenario en momentos precisos, cuando se eleva para personificar la voz de Violeta Parra, figura preponderante de la obra.
Esta puesta en escena es un trabajo que destaca por su honestidad, muy bien tejido, armado por cuerpos que no pretenden ser iguales, por gestos que las distinguen, por dolores particulares y sin embargo, uno solo.
Así mismo vale destacar la presencia de David Paredes, justamente porque no hay la intención de volverlo visible o ser motivo de pena, él es uno más, y hay que decirlo, el grupo logra convertirlo en personaje, aúna sus gestos a su condición, al ritmo de los cuerpos que con él interactúan espontáneamente.
Ellas y él son personajes transparentes, sin repliegues, son lo que sus cuerpos dicen, lo que sus voces hablan. Despliegan lo humano, sus sentires, ese ir y venir de Violeta luchando por la vida y su decisión de morir.
Ficha técnica
Obra. Las voces de Violeta
Estreno. Sala Demetrio Aguilera Malta, 28 de julio 2017
Intérpretes: Karina Clavijo -Cantautora, Investigadora musical-
Johana Jara - Actriz
Cristina Duque - Actriz, bailarina
Laura Oviedo - Actriz
David Paredes - Actor
Libreto. Patricio Rivas (agregado cultural de la Embajada de Chile en Ecuador)
Creación Colectiva