Repensar, Eestructurar... / Gloria Febres Cordero
Durante el tiempo de la pandemia se ha tenido que repensar, reestructurar y redireccionar el trabajo, desde una mecánica presencial a una dinámica digital, en cuanto a lo cultural en general y a lo relacionado específicamente a los procesos artísticos de creación, producción, difusión y distribución. Los actores del sector han tenido que convertirse prácticamente en productores de contenidos audiovisuales o, buscar apoyo para trabajar de manera colaborativa con especialistas del área.
En el caso de quien habla, desde hace tres años he repartido mi quehacer en el sector artístico en 3 direcciones. Por un lado, el trabajo que realizo desde la ESPOL en docencia, producción y gestión cultural como directora de la Unidad de Arte y Cultura, conocida como ESPOL Cultural, de la mano de un equipo de productores y artistas. Por otro lado, el trabajo formativo que realizamos en EPTEA, mi hermana Aglae Febres-Cordero y yo. Y, por último, creando, ensayando y realizando trabajo escénico, tanto en EPTEA y, en estos últimos años , en conjunto con la Peña Flamenca Rafael Aguilar.
¿Qué he realizado con respecto a estas tres direcciones de trabajo, durante este tiempo de pandemia en el que hemos estado totalmente fuera de nuestra forma de “confort” y además afectados emocional y económicamente?
En ESPOL Cultural, se ha tenido que modificar el trabajo, al igual que han hecho artistas y empresas culturales alrededor del mundo, mudando espectáculos y eventos hacia lo virtual, tratando de no abandonar los proyectos que tienen una tradición y público de sala, además de llevar a ensayos, procesos creativos y ejecución de obras de los 8 grupos artísticos de la ESPOL a una situación no-presencial.
En el caso de los espectáculos y eventos, se ha tenido que re estructurar, sobre el camino, lo que se tenía planificado para el 2020 desde el año anterior y adecuarlos o transportarlos a plataformas virtuales. Ha sido un boom a nivel mundial, una explosión que, por las necesidades de supervivencia del sector y por la necesidad de hablar de los artistas, ha sido abrupta y no se han podido medir con certeza, pros y contras, de esta súbita modificación masiva. Las formas de consumo y el tipo de contenidos que se ofertan de manera virtual tienen sus propias particularidades, donde prima el consumo inmediato de productos digeribles, luchando con la tendencia de un espectador ansioso, que desea consumir la mayor cantidad de información posible en el menor tiempo.
La tendencia general ha sido sobrecargar de oferta artística virtual en todo tipo de red, sin embargo ESPOL Cultural, ha trasladado a la virtualidad solo algunos de sus proyectos, tomando de base los diferentes espacios que maneja como son los dirigidos a la comunidad politécnica de manera específica, es decir, Jueves Clásicos, Escenario Itinerante, Cine ESPOL, Hablemos de Arte y Cultura, Ritos y Folklorismos; junto con aquello enfocados en el público nacional e internacional como son: ESPOL en tu Comunidad, Festival de Audiovisuales Universitarios Vista Previa, Festival de Bandas Repertorio, Festival Internacional Sonido y Movimiento (con los 3 concursos que se realizan en su marco: Concurso de Danza Folklórica Costeña, Concurso de Ballet Marius Petipa y Share Your Track).a Por último, pero no menos importante, los Lunes Culturales, que por cuestiones logísticas se venían dando durante los últimos años únicamente en el Campus Prosperina y que justamente este año desde mayo, iban a tener reactivación en el Aula Magna de Las Peñas en conjunto con el MAAC. Son estos últimos, con alcance nacional e internacional, los que se han transportado a la virtualidad de manera progresiva, pensando en mantener en el futuro estas nuevas formas, como una hibridación en la distribución, ligado a estrategias de comunitty management.
La virtualidad ha sido positiva para los 3 festivales que producimos, en el sentido en el que hemos podido contar con mayor participación nacional e internacional, ya que debido a los costos logísticos, no habría sido posible conseguirla en un formato tradicional presencial. Este año contamos con la participación de 200 artistas de 18 países de Asia, Europa y América, entre ellos, Julio Bocca, Ricardo Dal Farra, Cristian Pacheco, Pedro Fernández quienes participarán en el Festival Internacional Sonido y Movimiento, evento que se llevará a cabo del 22 al 25 de octubre, y a quienes nos hubiera sido imposible tener de manera presencial. El festival desde el 2014 venía proponiendo eventos online aunque de manera esporádica debido a la agenda de los artistas, principalmente.
Acerca de las estrategias con respecto al manejo de redes sociales, estamos trabajando en el apoyo inter-institucional para difundir eventos culturales. En lugar de luchar por traer público únicamente a nuestros eventos, nos interesa como ESPOL, proyectarnos como una plataforma de difusión del arte y los artistas, lo que ya es una tradición de nuestra alma máter para la cultura.
Por otro lado, me parece muy importante puntualizar que en este 2020, la labor que se ha realizado con los grupos artísticos de la ESPOL ha sido de gran importancia, no solo haciendo referencia a la manera en la que han realizado sus ensayos virtuales o producido sus trabajos desde casa, sino más bien, dándole la debida importancia al arte como herramienta de apoyo psico-emocional para la superación del covid por parte de varios de sus integrantes; durante la pérdida de vidas entre sus familiares, y como soporte para quienes atravesaron por desestabilidad emocional debido al aislamiento social y otros problemas en sus hogares. El arte les dio un propósito, una rutina y un espacio para la interacción social virtual.
Los trabajos artísticos que se han producido de forma virtual han tenido como objetivo la canalización emocional de sus integrantes y el apoyo emocional al espectador. Además, se ha utilizado este tiempo de relativa pasividad escénica, para realizar trabajo de mesa y pre producción de nuevas propuestas, de tal forma que cuando se vuelva a trabajar de manera semi-presencial o presencial, se vaya directo a la producción, en nuestro caso, de obras tales como el ballet La Princesa del Sol, el musical en homenaje a Antonio Santos, la obra de teatro Hamlet en Cuarentena y Concierto Guevara.
Desde el 2018, ESPOL Cultural ha venido trabajando el proyecto ESPOL en tu Comunidad junto a los grupos artísticos que integran la unidad. Nuestra universidad tiene como propósito formar nuevos públicos en sectores que por su condición socio-económica no tienen acceso a la observación de las expresiones artísticas que rescatan nuestro patrimonio cultural, y luego de esto, fidelizarlos. Hemos llegado a 8000 y 11000 personas respectivamente, en los dos últimos años. Y debido a la principal característica del proyecto que consiste en la realización de funciones masivas la misma que se contrapone a la restricción de salvaguardar la salud y la vida, durante este 2020, hubo que detener las propuestas planteadas para el año en curso.
Por esto, y en busca de una alternativa que permita continuar momentáneamente con este proyecto de manera virtual y presencial (a posteriori) para mantener y ampliar el alcance de nuestro trabajo, la unidad se encuentra en proceso de producción de una serie web educativa, dirigida a publico estudiantil, continuando con el trabajo de rescate y difusión del patrimonio cultural nacional de una manera segura para nuestros artistas, y con bajos costos de producción.
En cuanto a mi trabajo artístico personal, decidí hacer un alto a mi participación sobre los escenarios. Puntualmente, he participado en 3 eventos durante la emergencia: En 1 viernes de Arte del Teatro Centro de Arte y la Dirección de Cultura del Municipio de Guayaquil, en una producción de ESPOL y en una producción de EPTEA. Esto se debió a los siguientes motivos: Estuve sumergida en la re estructuración del trabajo de producción desde la ESPOL; por precaución ante el covid; y, en tercer lugar es que he querido dedicar mi tiempo a estudiar, a alimentar mi mente, a enfocarme en mis emociones y a renovar mi repertorio. Los artistas no podemos darnos el lujo de dejar de aprender y tomar clases, porque en el momento en que pensamos que lo sabemos todo y dejamos de entrenarnos y de buscar nuevas formas, es en el mismo momento en el que dejamos de crecer y empezamos a bajar la cuesta. Normalmente yo viajo fuera del país una vez al año para tomar clases, casi como inmersiones de un mes, a la carrera. Pero, ahora, ¡mis maestros están dando clases virtuales! Esto ha sido para mí una felicidad enorme, porque he podido tener un proceso de aprendizaje con calma, como debe ser, que no tenía desde hace casi 10 años. Estoy estudiando con una excelente maestra: ¡Concha Jareño!, tomando mis clases en Madrid desde EPTEA. Una de las maravillas y ventajas de la virtualidad y de las pocas cosas positivas que el covid ha traído.
Durante este periodo de estudio y aprendizaje, estoy simultáneamente en un proceso de repensar las temáticas de mis trabajos. La carrera del artista está marcada por etapas y siento que en este momento estoy precisamente en la transición de una a otra y es que además, no puedo ir al escenario alejada de la base de mis propuestas, alejada de una realidad que nos rodea y de la dura realidad que vive cada una de las personas en el planeta. Esto es un acuerdo y una búsqueda que como EPTEA estamos realizando y por esto mismo, la escuela que codirijo con mi hermana se encuentra en un periodo de pausa, que reconsideraremos con Aglae al culminar este año.
Para terminar mi intervención quiero agradecer la invitación a ser parte de este panel a Genoveva Mora, a Jorge Parra y a todos los compañeros organizadores del festival Fragmentos de Junio. La lucha que han tenido siempre para que el festival se mantenga creciendo, este año ha sido mayor. Abrazo a Jorge y le expreso mi admiración por mantener la ilusión y la tenacidad.