El Apuntador

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Armonía y movimiento en el origen y fin del universo: Apuntes sobre Polvo de Estrellas /Jhonatan Salazar Achig

Hasta ahora se habla de dos grandes teorías para explicar la creación del universo (y por tanto de la vida); una la creacionista, que nos dice que todo fue creado por la mano de Dios; otra la científica, que parte de la teoría del Big Bang, el modelo cosmológico que manifiesta que tuvo lugar una explosión hace unos 13.800 millones de años. Después de esta gran explosión, que implicó una enorme expansión inicial, el universo se enfrió lo suficiente para permitir la formación de las partículas subatómicas y más tarde de los átomos. Luego nubes gigantes de estos elementos primordiales se unieron debido a la gravedad para formar estrellas y galaxias.

Tenemos así dos formas de explicar el origen del universo, uno desde la religión y otro desde la ciencia, con debates que aún se siguen refutando.  Pero ¿por qué no preguntarle al arte sobre este tema? Pues es claro que habría infinidad de respuestas, unas más creativas (o inimaginables) que otras. En la obra Polvo de Estrellas se ensaya una y nos deja claro que sin duda la armonía y el movimiento son dos conceptos inevitables que se deben tomar en cuenta al momento de hablar del universo.

En Polvo de Estrellas dos artistas nos presentan una experiencia escénica multisensorial que invita al público a imaginar el ciclo de la vida de una estrella a través del movimiento, la luz, la música, la danza, la acrobacia y los malabares. La obra inicia con la afirmación o más bien la pregunta ¿Cómo se ilumina la noche?, así empiezan los artistas a moverse en el escenario y a usar la utilería colocada en él, creando acrobacias muy complicadas con pelotas, luego con ula ulas de colores, de rato en rato el humo llena el escenario y así, sin una sola palabra, uno entra en la experiencia de conocer cómo el universo se creó.

La primera idea que nace es que el movimiento fue indispensable. Los artistas en escena no paran de crear movimientos complicados y juegos. Clarísima metáfora de que la dinámica del universo y la creación es movimiento. Todo lo que se mueva indefectiblemente crea algo. En escena las pelotas van y vienen, se chocan, se destruyen y luego crean. Las acrobacias y movimientos parecen a ratos darnos un orden y luego de improviso el desorden. Así siempre, entonces ese orden y desorden están creando una armonía.

Y vemos que esa armonía y movimiento permiten que el universo se expanda y todo logre cumplir su ciclo. La estrella se calienta tanto y comienza a brillar muy fuerte hasta que explota, entonces lo que se movía se aquieta y se muere. Cuando muere estalla un polvo de estrellas (papeles de colores), y otro ciclo comienza, todo nace, todo muere y vuelve a nacer. En la intención creativa se indica que ese polvo de las estrellas muertas vuelve a viajar por el espacio hasta encontrar otros formar nubes o nebulosas donde se formarán y nacerán nuevas estrellas y planetas. En el fundamento de la obra se sostiene que las estrellas al igual que las personas, nacen, crecen y mueren. Todos los átomos del universo, los átomos del Sol y de la Tierra, los átomos de tu cuerpo y del mío, hasta los de nuestro corazón y nuestros huesos, fueron fabricados en las estrellas, muy lejos de la Tierra.

Las acrobacias de la artista Tanya Sánchez nos llevan a conocer las constelaciones, con las ula ulas en movimiento vemos a pájaros, caimanes, mariposas, cazadores, cóndores, un pavo real. Vemos a la vida surgir por el movimiento y la armonía del universo representado en ula ulas. Tanya, actriz, creadora e intérprete de la obra, menciona que este número se llama de The ring dance, es una danza sagrada de los indios piel roja de Norteamérica, que en el año 2019 tuvo la oportunidad de conocer de la mano de una artista canadiense; así aprendió el arte de danzar con aros que originalmente se realizaba con aros de sauce. Es una danza ritual, explica, que trata de invocar a los animalitos para pedirles su poder.

Tanya destaca además que con su grupo artístico hicieron la primera experiencia de teatro para primera infancia en el país, con la obra GuAgüitas estrenada en 2015. Ahora Polvo de Estrellas vendría a ser la segunda, que también tiene como medio de expresión el circo, el teatro y la música. Para Tanya, la creación del universo es un caos armonioso, y en el encuentro de una sustancia con otra hay pura armonía, y ese caos armonioso es precisamente el que se reproduce en escena.

Polvo de estrellas. Matías Belmar.

Al parecer en el universo todo se va configurando de manera equilibrada; de alguna manera giramos hacia un lado, confiesa Matías Belmar, creador e intérprete de la obra, y en esa armonía hay una danza que se extrapola al cosmos entero. Los malabares y acrobacias buscan esos movimientos de rotación, traslación y otros que son los principios que están en la naturaleza, que nadie los creó, sino que están allí nada más para ser entendidos e incorporados como material creativo. En la obra se investigan conceptos como distancia, tiempo, trayectoria, gravedad y dimensiones. Todo lo armonioso implica además caos, por ello al final de la obra todo estalla, trata de desarmarse todo lo que se arma. Lo poético para Belmar es mostrar que al final todo se convertirá en polvo, que será además renovador.

Polvo de Estrellas tiene como inspiración el viaje de la Misión espacial Voyager realizado en 1977, que envió al espacio dos naves gemelas con un disco de oro que contiene una selección de sonidos y música representativa de la humanidad, así como saludos en 55 idiomas y el ensayo Sonidos de la Tierra, que es una mezcla de sonidos característicos del planeta para retratar la historia de nuestro mundo.  Belmar indica que en escena se reproducen dichos sonidos, porque en el disco de oro se escucha el llano de niños, el corazón, trenes, pájaros, la lluvia, la selva, entre otros. En cuanto a la música se la seleccionó bajo la premisa de que si tuvieras que enviar un disco al espacio qué música elegirías.

Pese a prescindir de las palabras hay un momento en que la verbalidad renace en ese caos armonioso de movimientos, Tanya explica que se trata de una canción que pertenece al pueblo Quero del Perú y que estaba contenida en el disco de oro. El ritmo de esa canción es cantada en quechua por Tanya adaptando a una letra que se traduce así: “todos somos estrellas, hemos venido a brillar‘, a modo de bienvenida a todos los niños que están naciendo en la tierra que tienen toda su vida para brillar.

Polvo de estrellas.Tanya Sánchez

Esta obra es una experiencia escénica para la niñez de la primera infancia, es decir de 6 meses a 6 años y sus familias. Matías indica que en su investigación se problematiza cómo se puede conectar con los niños que todavía no hablan, porque es loco pensar que muchas veces el teatro para niños ha sido narrativo, y da la casualidad de que, los niños primero no entienden aún el lenguaje y mucho más problemático es que hoy los niños no tienen mucha atención, por ello es errado pretender contar una historia a niños que no están configurados para hilar una narrativa.

El teatro tiene dos propósitos, explica Matías, el primero es comunicar (por eso lo común es contar una historia) y el otro propósito, que se ha configurado desde los años 60 con lo performativo, es el de afectar. Es decir, no se busca primordialmente que se entienda, sino que el niño se afecte positivamente. Lo que buscamos es que Polvo de Estrellas tenga muchas lecturas, menciona Matías, que esté abierto a la interpretación, hay por ello en su configuración mucho de arte, ciencia y deporte. Es una apuesta para que el teatro dedicado a la primera infancia deje de lado lo pedagógico, la finalidad o mensaje moral, ya que en ello no se encuentra nada artístico.

Al concluir la presentación de los artistas, empieza un espacio lúdico de 30 minutos donde el público puede participar de manera creativa subiéndose al escenario (con la supervisión de gente adulta) para jugar con la escenografía y utilería. Esta invitación a jugar nos dice algo así como “si nos quedamos en el asiento el movimiento deja de ser y la creatividad deja de existir”. Funciona este espacio bajo los principios de la neurociencia, que nos dice que si vemos a alguien haciendo algo estamos por dentro aprendiendo a hacer eso, por ello vemos que los niños reproducen los estímulos que recibieron cuando suben al escenario. Estamos seguros de que los niños entendienron que el movimiento y la armonía son un impulso creador.

Esta experiencia es posible gracias al Círculo Artes Escénicas www.circoteatro.org que es una ONG, con sede en Ecuador, que promueve iniciativas artísticas, pedagógicas y humanitarias teniendo como eje las artes escénicas. Fue fundada en el 2004, desde entonces ha realizado proyectos, consultorías, creaciones y giras en constante colaboración con elencos multidisciplinarios, con patrocinio de instituciones públicas y privadas en Chile, Ecuador, Argentina, Francia, India, República Dominicana, Colombia, Bolivia.

Su producción artística está centrada en el circo, el teatro y la música, focalizada en diversificar los públicos. Polvo de Estrellas es posible también por el trabajo con Layla Raña Kanacri , directora de la Compañía Aranwa desde el 2010, www.aranwa.cl, una de las pioneras en Latinoamérica en desarrollar artes escénicas para los primeros años. 

Ficha técnica

Coproducción Iberescena 2022 Círculo Artes Escénicas con Layla Raña

Nombre de la obra: Polvo de Estrellas

Estreno: Octubre 2022, Santiago de Chile, Centro Gam, Famfest

Dramaturgia: Layla Raña.

Co Dirección: Layla Raña, Tanya Sánchez y Matías Belmar

Creadores e Intérpretes: Tanya Sánchez y Matías Belmar

Fotografía: Andrea Serrano

Producción: Andrea Serrano y Tanya Sánchez

Diseño Integral: Katiuska Valenzuela

Duración de la experiencia:  60 minutos. 32 minutos de exhibición escénica y 30 minutos de actividad de mediación, juego interactivo con el público.