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Confabular/Bailar

Fotos: Archivo El Apuntador

Confabular/Bailar

Aquí un breve relato desde las voces de las bailarinas que hicieron posible esta confabulación, ellas la gestación de estas pequeñas piezas de danza. Reflexiones en torno al sentido, al cuerpo y a la gestión independiente

A las heridas y sus gusanos

Carolina  Atencio

Fotos: Silvia Echevarria El Apuntador

Foto: Silvia Echevarria El Apuntador

Esta danza, "a las heridas y sus gusanos", nace de un sueño: una mujer partida al medio desde la cintura. Ese fue el punto de partida para empezar a improvisar y ver que más me decía esa imagen, de ahí surgieron varios devenires que me decían, "mujer herida" (por eso el nombre de la danza). En las posteriores improvisaciones surgieron heridas que van desde un cuello de caballo herido, una boca cocida, mujer partida al medio, añiñada decepcionada, la herida colectiva del ano, una herida en mi mano de cuando era pequeña. El asumirse como heridxs y descosidxs y vueltxs a coser constantemente, heridas de una pierna amputada, una gata relamiéndose las heridas de su brazo, hasta la añoranza de las uñas de mi madre cuando yo era pequeña y acariciaba mi pelo; para conmoverme porque a la final, buscamos el vacío.

Yo acudo a técnicas, o llaves, que me pongan en un lugar extraña y completamente desconocido, incómodo, cuestionador, sorpresivo, donde se corran las barreras de la dicotomía bello- feo, bueno-malo, yo-vos; por ejemplo, cuando te das cuenta de que las heridas son desde las tremendas neurosis que a cada unx le suceden y que pueden ponerse en conceptos como mala, loca, celosa, prepotente, etc., pero también esas mismas heridas son un pajarito bello y tierno, y de alguna manera extrañada te encontrarás con que son heridas no tan tuyas si no de todxs. Entonces, en ese camino, el Butoh me regala un montón de llaves. Si yo no sé qué está pasando cuando bailo, y esto no quiere decir que no sé lo que estoy haciendo, me refiero a que me encuentro en un lugar de extrañeza, es ahí donde me digo, aaaaah, estamos bailando.

En este momento me resulta confuso decir cuáles son las fortalezas y debilidades.  Esta pandemia me esta haciendo pensar muchas cosas con respecto a este tema. Pero en el camino independiente, nombre un poco inexacto, porque siempre se termina dependiendo de la ayuda colectiva y eso es lo más bonito, las redes que se van tejiendo.  Sin embargo, puedo decir que lo más complejo es el tema económico, sobre todo cuando el arte no es valorado.

InVisible, Improvisaciones itinerantes

Mashol Rosero - Universidad de la Artes-

Sonorización en vivo: Daniel Vallejo

Audiovisual : Roberto Moscoso, Jorge Palacios y Mashol Rosero

Fotos: Silvia Echevarria El Apuntador

Fotos: Silvia Echevarria El Apuntador

Más que pensar, creo que siento-pienso. El rato que bailo, mi cuerpo se unifica con mis sentidos, sensaciones y pensamientos. A veces, un elemento es más fuerte que el otro y entonces, a veces, pueden aparecer pensamientos específicos, identificables. Creo que si no logro “asentar ese pensamiento en el cuerpo”, este se torna una distracción y un momento de desconexión.  Por el contrario, al aparecer un pensamiento y dejarlo atravesar, se convierte en un factor que se vuelve parte de los estímulos que crean mi danza. Creo que en la danza, más aún en la improvisación y composición instantánea, entrenamos esta capacidad de encarnar, de unificarnos en el momento presente. InVisible, Improvisaciones itinerantes es una apuesta por seguir encontrando este camino de senti-pensar cada instante. Cuando improviso tengo varios elementos que he preparado y que me guían, me inspiran, con los cuales puedo jugar. Está el video, la música, la relación el músico, el audio del video creado para esta partitura, y más.

En InVisible… mi cuerpo se deja atravesar por el momento, filtrando elementos, haciendo elecciones, tomando decisiones que me le llevan a moverme de una forma u otra. Siento que a veces es mi cuerpo el que se adapta a mi danza, y a veces, mi danza que se adapta a mi cuerpo. Pero, de manera general, en InVisible… el cuerpo está en constante conversación con el video, el audio, la música, el espacio, y todo se va transformando, componiendo y descomponiendo el momento presente.

Comencé a trabajar en danza hace casi 15 años. Vengo de la creación y producción independiente, pero actualmente me encuentro en un momento diferente al ser docente de la Universidad de las Artes. InVisible… es parte de un proyecto de investigación, un laboratorio de improvisación registrado en la Uartes. Esto cambia definitivamente las condiciones de “ser independiente”, sobre todo a nivel económico, considerando que tengo un ingreso fijo mensual. Sin embargo, siento que termino, de todos modos, viviendo otros –muchos- aspectos que para mí han sido parte del “ser independiente”.

No tengo un financiamiento para la realización efectiva de las propuestas, lo cual incluye no tener recursos para invitar al resto de artistas colaboradores (audiovisual, música) y tener que buscar maneras de resolverlo personalmente. De otro lado, hay que generar una producción y circulación independientes de la obra, puesto que no se produce ni se busca circular la obra desde la universidad.

De igual manera, en teoría, tengo horas consideradas en mi contrato para realizar investigación-creación. En la práctica, las horas reconocidas oficialmente para este fin son siempre muy reducidas para el trabajo/tiempo que realmente implica, por lo que termino poniendo tiempo extra y sin remuneración. Quisiera recalcar que la fortaleza más grande que he encontrado en el trabajo independiente es la libertad de elección individual y colectiva. Crecí haciendo lo que he creído/sentido y me cuesta verlo de otro modo. Nunca me vi formando parte de grandes compañías en las cuales las estructuras, jerarquías y roles se llevan de manera muy establecidas. Y, felizmente, sigo encontrando esta apertura al estar afiliada a la Uartes.

Palabra brasa,

Denise Neira Vieira

Fotos: Silvia Echevarria El Apuntador

Fotos: Silvia Echevarria El Apuntador

Pienso en la estructura de improvisación, voy repasando el orden mientras escucho las pistas que mi compañero Gabriel, en la sonoridad, me va presentando y proponiendo para mantener la temporalidad establecida. Pienso los huesos y atraigo las ideas iniciales de movimiento, las trato de sostener hasta que sean otra cosa que también la dejo ser. Sobre todo, pienso en el archivo de historias que he ido receptando y que las cuento en un momento de la obra, hago una rápida elección entre lo que primero viene a mi cabeza y cómo organizar este texto que aparece antes de decirlo.

No creo que mi cuerpo se adapte a mi danza, siento que mi cuerpo danza. Me he preocupado mucho de bailar desde el disfrute de mi cuerpo y sus extrañezas y no tratar de volver a la danza un ropaje. Sin duda también siento la imposibilidad en diversas circunstancias y entendimientos; siento a veces no “poder entrar” en mi cuerpo y en la estructura de improvisación, siento la desesperación de no encontrar el encaje entre la acción y la idea, y siento la falta de lectura de la escena/acción;  siento cuando algo se fue de las manos. Pero también siento el control, el deseo vuelto acción, el entendimiento vuelto movimiento.

Creo que todos vamos en circunstancias distintas, pues venimos de estéticas y lugares distintos, pero podría decir que la mayor problemática es económica y que puede traducirse en falta de creación o la creación en estados precarios de producción y montaje. Para mí la fortaleza de ser independiente es proponer la creación desde un estado sincero y original en lo estético (visual y cinético) y argumentativo, en la posibilidad de insistir en ideas o dejarlas irrumpir radicalmente en otro camino, es la posibilidad de analizar el pensamiento contemporáneo a nivel global y ponerlo en diálogo con nuestras localidades y reconocer esa contemporaneidad de las periferias.

Causalidad

Malena Estrada

Fotos: Silvia Echevarria El Apuntador

Fotos: Silvia Echevarria El Apuntador

Cuando estoy bailando mi propuesta, pienso en el mensaje que quiero transmitir. Mi danza tiene un contenido ambiental importante, me interesa llegar al/la espectador/a, remover con sutileza y amor la consciencia ambiental del mundo.

Es una relación bilateral, mi danza se adapta a mi cuerpo y mi cuerpo a la danza.

Creo que lo mejor que le ha pasado a mi carrera como bailarina ha sido independizarme, darme un nombre, darme un valor. La autogestión es amor propio, es autocuidado. Le agradezco infinitamente a la danza por darme esta posibilidad de ver y sentir.

Autotrato de Valeria Andrade Proaño

Fotos: Silvia Echevarria El Apuntador

Fotos: Silvia Echevarria El Apuntador

Creo que el pensamiento se recrea en la percepción del momento y el momento de la danza es multimensional, por eso el pensamiento tiene varias dimensiones de sentido que operan simultáneamente. Por una parte, está la intención de la danza, que en este caso, es un proceso de observación interna; pero eso se pone en diálogo con lo que voy observando afuera, cada mirada del público que encuentro, la que me devuelve o la que se esquiva, me transforman. A la vez, operan los nuevos sentidos que voy encontrando en la música de Jorge Espinosa, que no dejan de sorprenderme; operan la luz, el polvo, la negociación con el espacio, todo viene muy rápido y va a la misma vez. Así el pensamiento se materializa en una suerte de manejo escénico, que no siempre implica control.

Cada danza implica un deseo siempre distinto. Para mí, no están separados el deseo de mi voluntad, del de la consciencia, tampoco del cuerpo; entonces todo se va moldeando y adaptando a esos distintos impulsos que se convierten en una unidad de danza y de movimiento. Esta propuesta es un juego coreográfico, es un ir y venir entre las secuencias de movimiento ensayadas y establecidas con la necesaria improvisación que plantean las circunstancias. Tambaleo, tengo miedo, me divierto. Mi cuerpo es una búsqueda de sus posibilidades y un encuentro en la tensión de sus limitaciones. Por eso, me expando o me encojo, pierdo el equilibrio o estoy en control, me olvido o aparece algo nuevo. Mi cuerpo es una experiencia abierta en el momento efímero en el que sucede la danza.

La gestión independiente en estas situaciones de tanta precariedad, es un logro inmensísimo. En la juntura de estas cinco danzas, hay mucha fuerza de voluntad que no solo ha transitado, sino que ha abierto un camino; hay muchísima energía que materializa un impulso primero en una gestión que ha ido cambiando hasta llegar a su puesta en escena. Hay colaboración rizomática y eso es lo que más me asombra, cómo de forma orgánica se van haciendo las cosas; a veces sobrellevando, otras incluyendo las dificultades propias de nuestro contexto, al cual muy poco le importan sus propias expresiones de arte. Me encantan esas fuerzas afectivas que mueven la realidad y encarnan en escenas visiones, propuestas, energías, ideas.

La verdad descarnada en una  “UNA CITA CON LA VERDAD” /   Adriana Oña Toledo

La verdad descarnada en una “UNA CITA CON LA VERDAD” /  Adriana Oña Toledo

XIX – Festival Internacional de Danza Fragmentos de Junio  /El cuerpo como acontecimiento / Mareo Maquilón

XIX – Festival Internacional de Danza Fragmentos de Junio /El cuerpo como acontecimiento / Mareo Maquilón