EN-CONTRASTE Y LAS REALIDADES IRRISORIAS… | Santiago Ribadeneira Aguirre
Los espectadores reciben un boleto del que se puede desprender una parte. Y una exigencia: escribir en ese espacio dos conceptos o ideas que contrasten entre sí, que enseguida deberán depositar en una urna de vidrio ubicada en el borde del escenario. Es una exigencia que se cumple con asombro y suspicacia, fijada en la propia naturaleza de la petición y en su significación. En-contraste se llama la obra de Ínfimus Teatro y de El Teatro de lo imposible de Kike Mediavilla y Franc González, respectivamente.
Es necesario hacer referencia al estímulo conceptual que consta en el mismo boleto/programa de mano que dice, respecto de la obra: “un encuentro absurdo y cómico de individuos que viven el instante a través de reflejos que les llevan a los opuestos, a los extremos…”. Después se habla de las ‘realidades irrisorias’ que los personajes descubren, de ‘estilos teatrales’ como improvisación, danza contemporánea, clown’, etc.
Se puede enlazar el pedido inicial como verbo y sustantivo, gestantes al mismo tiempo de algo que no tardará en llegar, para mostrar los ‘contrastes de la naturaleza humana’. En el escenario hay dos sillas, poco comunes por la forma y sus acabados: una blanca y la otra negra. Es la primera discrepancia visual. Las miradas de los espectadores van desde las sillas al ánfora y viceversa, seguramente para corroborar interiormente si lo que habían escrito en el desprendido tenía sentido: en-contraste, contraste, contradictorio. El sentido otra vez como sustantivo que significa diferente. Ejercicio mental enterizo para recrear la expectativa. No se trata de una simple cuestión de equivalencias, de semejanzas o de un juego de palabras, dado que el espectáculo había comenzado en la puerta misma de acceso al teatro.
Hasta que los personajes aparecen en el escenario por lados distintos: el uno vestido de negro y el otro de blanco, en la lógica de los mismos contrastes. Sara Constante, la diseñadora del vestuario me había dicho, antes de entrar: “nunca hablan de nuestro trabajo”. Surge la primera y necesaria precisión semántica, respecto del sentido y de la provocación que está por comenzar. “Vemos las cosas y se las mostramos a los demás como creemos que son y cómo, a pesar de nosotros mismos, nos sentimos obligados a pensar que son” (William Hazlitt Sobre la poesía en general. Citado por H. Bloom La ansiedad de la influencia). Es una especie de proposición para resaltar los contrastes como comparación de las diferencias y de las similitudes, por ejemplo el vestuario que después es parte de aquella reafirmación, considerando que los contrastes son, dentro del valor estético, una forma de intromisión para precisar que “no queremos que las cosas sean así, pero queremos que parezcan lo que son”.
Las acepciones pueden ser muchas, variadas y diferenciadas que los personajes procesarán escénicamente, habiendo seleccionado al azar varios de los papeles extraídos del ánfora, para cumplir con las primeras exigencias creativas de las improvisaciones. Las historias se escriben con eventualidades y contingencias. Los personajes intercambian las chaquetas con gestos rápidos mientras los impulsos elocuentes de sus diálogos, terminan de interpretar el curioso contraste escrito por algún espectador.
Las transiciones entre las escenas se marcan con música, el vestuario, la escenografía y la iluminación. El siguiente papel que los improvisantes sacan del ánfora, orienta las contradicciones sociales, conceptuales y se vuelve tema. Ambos personajes diluyen los contrastes del vestuario, que se reitera con el intercambio final de los respectivos atuendos. Después cambian los pantalones y hacen música con el cierre de la bragueta.
Los niveles de improvisación son altos, contundentes en contraste con lo diferente y lo parecido que es parte del proceso que viven los espectadores, ahora convertidos en cómplices y encubridores. La atmósfera es un agón (una contienda) que acaba de impulsar una forma de teatrizar –concepto felizmente acuñado por V. H. Gallegos– que es la relación inmediata entre las teatralidades, las acciones y los espectadores que se convirtieron en creadores y participantes.
En-contraste es un espectáculo que puede tener muchas formas, intuiciones, sutilezas y salidas inteligentes de los actores / personajes, mientras se cumple el círculo casi perfecto que comienza con una reflexión escrita del público sobre la particular visión que tienen de los contrastes, para accionar un proceso que solo terminará cuando se hayan agotado, por esa ocasión, los acuerdos irrisorios plenamente establecidos.
FECHA TÉCNICA
Estilos teatrales: Improvisación / Danza contemporánea / Clown
Dirección, actuación, coreografías y formato de improvisación: Kike Mediavilla y Franc González.
Vestuario: Sara Constante
Escenografía: Isa Heredia
Fotografía: Almudena Grandal
Música interludio: Ayllin Corral
Diseño Gráfico: BUON BuenaOnza
Producción: Teatro de lo Imposible e Ífimus Teatro
Lugar: Alianza Francesa / septiembre 2023