MANU, UN ÁLBUM VISUAL / Santiago Ribadeneira Aguirre

La idea de un álbum nos remite a un libro, libreta, cuadernillo, en cuyas páginas en blanco se preservan cosas importantes y valiosas (fotos, recortes, misivas, retratos, etc.) al que se regresa siempre, porque el camino de la memoria se ha convertido en un hábito y una costumbre para que sus propietarios participen, con amigos y allegados, de los tiempos voluntariamente registrados. Es, en definitiva, un soporte de valor personal ligado, además, a las formas de la añoranza o de la nostalgia que bien puede ser compartido o dejado en algún desván donde terminará por desaparecer.

Manu, un álbum visual, filmada en película de 16 mm en blanco, negro y color, es una prerrogativa cinematográfica de Alexandra Cuesta que tiene forma de documental, para experimentar sobre las imágenes (con la magnífica música del violinista y compositor Bryan Senti), como si efectivamente se tratara de un ‘viaje personal’, ahora compartido, que se abre como un prodigio a la percepción y a la sensibilidad de los espectadores. En esas páginas visuales están rostros, huellas, actos individuales y colectivos que pudieron haber ocurrido hace algunos años o apenas instantes atrás, porque son iconografías que se encarnan en las relaciones de aquellos seres humanos con la naturaleza.

Hay una correspondencia poética que germina y se expande a través de muchas tomas fijas, de grandes planos, del movimiento templado de la cámara y las cadenas de equivalencia, que se desprenden libremente tejidas por las acciones, las sensaciones singulares, repetidas y expuestas porque nada se registra sino que se muestra. Y cada encuentro con las imágenes del álbum es un nuevo hallazgo, como si se tratara de puntos de partida (o de llegada), susceptibles de ampliarse  liberadas de su apariencia inicial.

Manu, un álbum visual

Esa es la experiencia que importa como la figura de un milagro que se palpa con delicadeza, de un acto percibido que se descompone en sucesivos momentos, convertidos en formas, sombras, o visiones que evocan los modos distintos de una materialidad asombrosa. El horizonte visual en la película de Cuesta, está dotado de simultaneidad, transformada en conmoción sensorial, como el cruce de las aves por el cielo que la música delibera, reflexiona o narra; o el sonido del agua, el remezón de las ramas de los árboles, las mujeres, los hombres, los niños adheridos a la plenitud, restaurados y redimidos por la naturaleza y la cultura.

El documental experimenta con la facultad de sentir y la facultad de significar. En ese proyecto visual, la relación entre los seres humanos y la naturaleza (lo que se ha perdido en las grandes ciudades) se despliega en lo íntimo por el acercamiento entre los modos sensibles  que la película traza todo el tiempo, y los modos sensibles de los espectadores, quienes estarán pensando en aquella pequeña noción de humanidad convertida en poesía.  

Manu, un álbum visual

Es lo tangible de una estética de la resonancia, que se manifiesta conmovida por el  murmullo de la música esplendorosa de Senti que entrelaza sonidos nativos que el álbum de Alexandra Cuesta convierte en una ‘democracia espléndida de árboles forestales’ (Rancière), de animales y seres humanos que acaban de confirmar un camino que no concluye. Porque también asimilamos, los espectadores, el mérito indiscutible de susurrar como hace el viento o quienes sacuden el utensilio donde se lavan las piedras para encontrar en el fondo alguna pepa de oro, o cuando una y otra vez los habitantes de esas regiones de la costa, la sierra alta y el oriente, tejen delante de la cámara una mirada de la desemejanza y de la similitud.

La película, filmada bajo la floración de una cadencia única e irrepetible, es el ritmo que propone un intercambio incesante, entre quienes están sosteniéndose en un ‘bosque rural de signos’ y quienes miran el presente y el pasado más allá de cualquier forzada indistinción. Solo están ahí, entre la bruma, la fecundidad de la tierra, la constante actividad verdaderamente creadora.

Hay una ‘identidad de contrarios’ (Rancière) que concreta la intención del documental Manu, un álbum visual, con su propio tema y la relación con la ‘comunidad de espectadores eventuales’, y parte de las presencias que han suscitado las reflexiones, las imágenes (que existen antes que las palabras) desplegadas por la textura de la  música, la ensoñación individual y colectiva del pensar, comunicar y sentir.

Ficha técnica

Manu, un álbum visual

Ecuador, Estados Unidos / 2023 / 62′ / sin diálogo

Dirección: Alexandra Cuesta 

Producción: April Cuneo Senti 

Edición: Alexandra Cuesta 

Fotografía: Alexandra Cuesta 

Compositor: Bryan Senti

Sonido: Alexandra Cuesta

 LOS DATOS

Alexandra Cuesta. Foto cortesía

Alexandra Cuesta es una cineasta experimental y artista visual ecuatoriana ganadora del premio Guggenheim y becaria MacDowell Colony que vive en Quito, Ecuador. Sus películas y videos poéticos combinan tradiciones cinematográficas experimentales con prácticas documentales y a menudo comentan sobre las diásporas sociales y el desplazamiento. Su trabajo se ha proyectado en el Festival de Cine de Nueva York, el Festival Fronteira, el Museo Guggenheim, el Museo de Arte Contemporáneo MOCA, el Festival de Cine Open City, el Festival Internacional de Cine de Viennale, el Palacio Nacional de Bellas Artes, Oberhausen, FiD Marseille, Anthology Film Archives, entre otros. Tiene una maestría en cine y video de Cal Arts. https://cargocollective.com/alexandracuesta

Bryan Senti. Foto cortesía

Bryan Senti es un compositor, violinista, multiinstrumentista y productor latinoamericano de primera generación ganador del BAFTA. Su primer LP crossover, "Manu", se lanzó en el sello independiente francés Naïve (Believe) en 2022 y el disco de remezclas que lo acompaña con artistas como el ganador del premio Grammy Toumani Diabaté y la innovadora de la música electrónica Kaitlyn Aurelia Smith se lanzó en el verano de 2023. Sus colaboraciones recientes incluyen numerosos proyectos para Dustin O'Halloran y Peter Gregson para Deutsche Grammophon. Su carrera en cine y televisión comenzó con "Experimenter" de Michael Almereyda, que se estrenó en Sundance en 2015 y desde entonces ha compuesto para múltiples películas y programas de televisión, incluida la serie ganadora del BAFTA "Save Me" (2021) de Lennie James. Más recientemente, compuso la banda sonora del musical de la BBC, "Mood" de Nicole Lecky, que le valió un premio BAFTA a la música original. Bryan se graduó en la Universidad de Yale y en Carnegie Mellon. https://bryansenti.com/