MIRANDO DESDE LO INVISIBLE | Alejandra Tapia
Resarcir el tiempo a través de la memoria y la resiliencia.
Al final (alerta no-spoiler), dos objetos cierran el espectáculo: una copalera (vasija humeante) y una pizarra. Un cierre que es también un nuevo inicio.
La copalera humeante -símbolo de sanación- espera en el centro del escenario las intenciones que colocará desde su corazón el público que acaba de asistir a la obra: “Mirando desde lo invisible”, unipersonal de la actriz cuencana Paulina Sánchez.
Solo la copalera sabe de los silencios que cada quien guarda pero que en colectivo serán un bálsamo para insistir en un mundo más justo.
“Pueden acercarse y prender palito santo o pedir por alguna persona querida que lo necesite”, expresa dulcemente su autora e intérprete.
Y la pizarra, antes símbolo de castigo –pues en la escuela escenificada de la obra fue usada para repetir monótonamente fórmulas de una trigonometría aprendida sin alma– ahora es el lienzo al que los asistentes son invitados a expresar su sentir.
“Si prefieren escribir, aquí están las tizas”, dice Paulina señalando el objeto transformado que se va llenando tímidamente de frases:
“Hermoso ver cómo hasta de la tristeza nace la belleza y la sanación”
“Gracias por hablar por nosotros”
“Los niños/as no se tocan”
“Gracias por no quedarte callada”
Bajo la dirección de Carlina Derks, “Mirando desde lo invisible” se configura en denuncia y eco de mil voces acalladas pero es también una invocación a la memoria de mujeres fuertes como la tía Feliza Egüez –poeta errante de su cabeza– o la tía Alpiurpi, mujer de medicina, presentes en la vida de la actriz para ayudarla a contar su historia.
La obra está llena de metáforas e imágenes poéticas, no para ocultar lo que nadie quiere ver sino para resarcir a través de un relato personal potente, un testimonio que es a la vez, lucha y resarcimiento.
Esta obra de teatro testimonial es “un llamado a las autoridades a dar soluciones a un problema que involucra a la niñez”, dice Paulina. “Para contar este relato, en un primer momento, partimos de los testimonios de Paulina y después era necesario distanciarlos de su historia personal para lograr una mirada más colectiva”, infiere Carlina, su directora.
En Ecuador (del 2014 al 2020), se registraron 10.676 casos por abuso sexual en el sistema educativo. 593 sucedieron en espacios educativos. 92 corresponden a denuncias en las que el agresor es un docente o autoridad escolar. De las víctimas, la mayoría tiene entre 8 y 14 años. Un 90% de las agresiones son contra mujeres. Solo en el 2022, las cifras ascienden a 4.115 víctimas de violencia sexual (Fuente: Ministerio de Educación/Diario La Hora).
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, 1 de cada 5 mujeres y 1 de cada 13 hombres, declaran haber sufrido abusos sexuales cuando tenían entre 0 y 17 años. “Y quizá somos todos –sostiene Paulina– si consideramos que la mayoría de los casos no se denunciarán”.
“Es valiente y necesario que personas como Pauli se atrevan a contar su historia para reconocer que como sociedad tenemos una herida colectiva”, señala Carlina. “Mientras las leyes sigan siendo injustas y que acudir al sistema judicial, termine re victimizando a quien se atreve a denunciar, seguiremos encontrando en el teatro una reparación simbólica”, afirma la artista y con ello, deja una clara distancia con el sentido de sanación occidental: “una reparación simbólica de las heridas colectivas para que dejen de pasar”.
Mirando desde lo invisible fue el tercer espectáculo del ciclo de unipersonales: Relatos para no callar, organizado por el Colectivo Yama y presentado en “El Olmito”- Semillero Cultural, ubicado en Tumbaco. Por su naturaleza, la obra ha ido variando y actualizando cifras y denuncias como testimonio vivo que desenmascara a los encubridores. Mirando desde lo invisible es un teatro en vigilia con sentido social.
Ficha técnica
Actuación: Paulina Sánchez Egüez.
Dirección : Carlina Derks Bustamante.
Asesoría en dirección de actuación: Maya Villacreces
Guión: Carlina Derks y Paulina Sánchez
Música: Lucas Serrano,Carlina Derks,Byluca y los caníbales
Vestuario y escenografía: Paulina Sánchez, Virginia Cordero y Edwin Cabrera
Asesoría de vestuario : Lila Penagos
Luminotécnica: Matías Canales
Alejandra Tapia: Ha sido organizadora del Festival Amazonia Indomable; integrante de las organizaciones Comuna Amazónica y Zanja Arajuno e instructora de actuación, escritura creativa y guiones.