Back to All Events

EL ESTUPENDO MATRIMONIO DE ZABALITA

  • Patio de Comedias Amazonas y 18 de Septiembre, Quito Quito Ecuador (map)

Una obra de Alfredo Espinosa Cordero a partir de un cuento de Alejandro Carrión Aguirre, (Loja, 1915 – 1992)

Este unipersonal estrenado en 2017 y producido por Magmateatro ha visitado ya Cuenca, Loja, Tena, Guayaquil, Quito, Latacunga entre otras ciudades, ha sido parte de varios festivales y ha postulado y ganado varias convocatorias públicas, y cuenta ya con más de 100 funciones.

En él,  Alfredo Espinosa Cordero, director, productor y protagonista de la obra, interpreta a 10 personajes que asistirán –todos ellos y no es exageración- a la seducción, al cortejo, al matrimonio y al fatal desenlace -22 días exactamente-, de un matrimonio que será la comidilla de toda Loja, por allá por los años 60.

Zabalita, hombre adulto, alérgico al trabajo, soltero por fuerza, “de linaje español y sin mezcla indígena” –dice él–, pobre pero vivísimo, se ha instalado en Quito, de parásito de su cuñado Medina y su hermana Maura. Hartos estos de Zabalita, urden un plan para regresarlo a Loja y casarlo con la Fidedigna Santos, solterona, chulquera con un capital de al menos medio millón de sucres, mujer de origen indígena descendiente de talabarteros y matanceros pero nieta “natural” –dice ella– de los Mendizábal.

¿Será posible que este amor, símbolo de un mestizaje frustrado por el deterioro colonial, histórico, social e institucional, resista el avance de la modernidad? Averígüelo en El Patio de Comedias, este miércoles 3 y 10 de julio, a las 20H30.

 “Yo, lo sabes tú bien, he tenido muy mala suerte. Cuando quería trabajar por mi cuenta me iba mal. Cuando trabajaba por cuenta ajena, peor. De los empleos fiscales o municipales me botaban, y a veces hasta causa criminal me ponían. Si algo se perdía, todos estaban de acuerdo: ¡fue Zabalita! Por eso, resolví que la voluntad de Dios era de que yo viviese sin trabajar…”

dice Zabalita al empezar la obra... Y dice, al terminar:

 Ella presentó contra mí una denuncia por robo en una comisaría, y se la rechazaron, porque la mujer no puede acusar a su marido, ¡qué sabias y justas son nuestras leyes!

 En este cuento, Carrión consiguió, quizá sin buscarlo, crear una atmósfera, un personaje, un lenguaje, un ritmo, una voz, una situación, una sucesión de escenas y un arco dramático que respetan la fórmula más antigua y clásica del teatro universal: la regla de unidad de tiempo, de espacio y de acción; a partir de un arquetipo tan local como universal, que el autor define como sigue: Un pillo de consulta el tal Zabalita…

En este cuento, Alejandro Carrión recrea toda la complejidad de una sociedad anacrónica y altamente estratificada que niega o devalúa el mestizaje, que se resiste con fuerza a modificar sus relaciones de clase -especialmente en lo atinente a la diversidad social-, que no está dispuesta a permitir la visibilización de la diversidad, a pesar de la modernización y la transformación de las estructuras económicas que ocurren en los años sesenta, develando las “señas particulares” de la construcción de la identidad urbana y sus recovecos migratorios.

Carrión logra, así, lo que sólo los grandes escritores pueden hacer, con enorme riesgo y absoluta maestría: por medio de la palabra de Zabalita, él reconstruye el universo filosófico de la clases medias y bajas de una de las más complejas épocas históricas del Ecuador, brindando temprano sustento a las teorías de las “estrategias de supervivencia” que las ciencias sociales intentaban desarrollar por allá por los años 70 y 80:

De parásito de mi cuñado Medina he venido viviendo. Cada semana una batalla campal hasta sacarle cien o doscientos sucres –a ese miserable de Medina-. Al principio, la Maurita, mi hermana, la víctima de ese monstruo de Medina, me ayudaba. Después se cansó. La batalla era ya con Medina y con ella. La vida , tú lo sabes, es una lucha constante.