Última Edición

¡Bienvenidos a El Apuntador, la página de las artes escénicas!

Apuntador 71 Foto.jpg
Animación Suspendida: Reseña de Xypna / Mario Maquilón

Animación Suspendida: Reseña de Xypna / Mario Maquilón

El Festival Internacional de Danza Fragmentos de Junio, organizado por Zona Escena, se desarrolló en Guayaquil desde el 21 de mayo hasta el 2 de julio. Como parte de su programación, el 25 de junio se presentó la obra Xypna (griego para “despierta”), a cargo de la compañía chilena Oxymoron, cuyos integrantes son: Ioanna Kerasopoulou, Dante Ruíz Zabala, Fernando Núñez Ulloa y Simón Mancisidor. La pieza aborda la profunda ruptura que sufrió la vida contemporánea con la llegada de la pandemia y su consiguiente confinamiento. La restricción de movilidad y el aislamiento se convirtieron en una opresora cotidianidad que privó a los cuerpos de su capacidad de tránsito y de contacto con los demás.

Oxymoron problematiza así la enorme carga que representó para las personas el encierro forzoso y la lejanía con la colectividad. Los cuerpos se construyen y se nutren en función de su interacción con su entorno y con otras corporalidades, razón por la que la dinámica de reclusión les dejó sin posibilidad de conectarse con los otros nodos de la red que conforman los miembros de una comunidad. Naturalmente, en un contexto como este impera la atrofia, tanto física como emocional, ante la ausencia de estímulos y de amplitud.

La obra se divide en dos secciones, identificables por el vestuario y el tono de la interpretación.

En la primera, lxs bailarines, ataviados con ropajes negros, parecen invocar las corrientes de los cuerpos atrapados, que buscan en la imaginación y en la ritualidad una fuente de sentido y desplazamiento. En particular, durante esta apartado destaca el entrelazamiento coreográfico entre Ruíz y Nuñez, quienes debido a la similitud de vestimenta y de fisionomía parecieran formar un solo organismo integrado por dos entidades. A falta de espacio por recorrer, el cuerpo se recorre a sí mismo, convirtiéndose en terreno de búsqueda.

De esta fusión, emerge un ser que recorre aquel lugar que ya ha visitado mil veces, pero en el que aún quedan capas por revelar. En este punto, se manifiesta el pico de la multidisciplinariedad de este trabajo, ya que Kerasopoulou, directora de la pieza, trasciende las fronteras del escenario dancístico para cantar desde la orilla, como una presencia omnipresente que se hace sentir a través del sonido. Aquí también vale resaltar la participación de Mancisidor, quien acompaña al resto del elenco durante todo el recorrido, afianzando así la sensación de una dimensión escondida entre los pliegues del espacio, a la cual solo es posible acceder tras perder el rostro y asumir la máscara.

La segunda sección marca un pronunciado contraste con la primera, en la que predominaban la frialdad de la luz y del ropaje. En esta segunda mitad, la oscuridad da paso a tonos cálidos y a mallas de color piel en la que lxs bailarines se mueven con una soltura lúdica y cándida. A través de estos movimientos, la Sala Experimental del Teatro Centro de Arte de Guayaquil, lugar en el que se desarrolló la presentación, se anegó en aromas a frutas y manjares propias de un ritual pagano de agradecimiento por la llegada de la primavera. Precisamente, Oxymoron se encuentra surcada por gestos de imploración y súplica, y luego, agradecimiento y júbilo, como quien emerge de una hibernación después de un largo invierno que casi congela la sangre y los músculos. Y como lucero durante ese letargo, el espíritu que mueve al cuerpo y que lo conecta con lo inmaterial, guía el camino entre los laberintos de la caverna.

La reafirmación del presente -Santiago Rivadeneira Aguirre

La reafirmación del presente -Santiago Rivadeneira Aguirre

La encarnación del antagonismo /Mario Maquilón

La encarnación del antagonismo /Mario Maquilón