Concierne señalar de la obra La Anacoreta de Chalata Clown, la incorporación de la expresividad cotidiana que adquiere, en el transcurso narrativo, una contundencia poética. Es el ritmo del habla coloquial que le imprime la personaja Clavija Posponia (Sofía Zapata), es el decir común (hablar como le vienen las palabras, diría Vallejo), envuelto y empujado por el ritmo corporal y gestual cuyo desparpajo es parte de su propia naturaleza, por ejemplo, cuando baila una de las canciones de la radio, mientras se inventa una borrachera. “Aprender a danzar con la vida”, es la consigna.

Clavija Posponia es una ‘vagabunda del tiempo’, una hipálage borgeana que decidió ‘retirarse del mundo’, llevando sobre sus espaldas decenas de cajas de distintos tamaños para cobijarse en el lenguaje que es la forma de aligerarse y adquirir fluidez. Por eso cuenta historias que extrae de aquellas cajas (y del pasado) que también fluyen humanamente desmontadas. Es la humanidad suya lacerada por lo acaecido, desgarradura que es compensadora al mismo tiempo, cuyos sonidos remiten a los estruendos maravillosos de la poesía de Vallejo y a su acento conversacional:

Haber nacido para vivir de nuestra muerte!

Levantarse del cielo hacia la tierra

por sus propios desastres

y espiar el momento de apagar con su sombra su tiniebla!

Más valdría, francamente,

que se lo coman todo y qué más da!...

(Poemas humanos)

Clavija Posponia está más allá de los momentos memorativos de la personaja (descargar y abrir las cajas es una autodesignación), de la conmiseración y de la solidaridad con ella misma. Es la condena y es la humanidad compensadora como si una gran culpa hubiera, de improviso, nacido y muerto de sus entrañas, como si el deseo último fuera recuperar ‘todas las tardes de esta vida’. Es el tono vallejeano de la obra con las acentuaciones verbales, que quedan fijas en las recurrencias y vicisitudes con las cuales aligerar sus prerrogativas emocionales en forma de cajas, cartones o cestas.

El busto del padre, al que se deforma con adminículos, es un símbolo erigido entre la ambigüedad y el desarraigo. La figura de la madre, adrede estereotipada, es una explosión creadora, para reivindicar algo que parecía parcialmente inconcluso, incluyendo la sensación de abandono e injusticia.

Clavija Posponia exhibe, en medio de los atropellos que se hacen de palabras y gestos, los momentos esenciales de sus travesuras poéticas. Muerta inmortal (Trilce), Ella se restablece como si un inclaudicable responso le hubiera regresado a la realidad. En virtud de ese inusitado acarreo, la personaja ‘dialoga’ con los espectadores, usando el acento de un coloquio reprobado (incluida una que otra ‘mala palabra’) para construir algún vocablo compartido. Así, Ella aviva, como conclusión, la figura materna con la imagen de un infante en brazos, alzada con retazos de tela extraídos de una caja pequeña que desentierra de su pecho.

La Anacoreta Clavija Posponia, la retirada del mundo, termina fijando sus raíces en un lenguaje de tonalidades y de obstinaciones: la familia, la levedad, el ser humano y sus deslumbrantes torpezas, la felicidad o la vulnerabilidad que alcanzan, en la punzante evocación de lo materno, la expresión definitiva que había estado buscando. Las cajas apiladas en un rincón junto a los demás enseres como la memoria y los afectos, son los restos que dulcifican la partida y los siguientes momentos de levedad que pueden estar a la vuelta de la esquina o en la próxima función. SR

FICHA TÉCNICA

Obra: La Anacoreta

Colectivo: Chalata - Teatro clown

Estilo teatral: Clown escénico

Actuación: Sofía Zapata

Dirección y dramaturgia: Sofía Zapata

Codirección: Kike Mediavilla y Fernando Acosta

Fotografías: Silvia Echevarría El Apuntador

Dirección de arte: Sozapato

Lugar: Studio Theater de la Asociación Humboldt / febrero 2024

SOFIA ZAPATA se ha capacitado en el mundo de la actuación durante toda su vida, con varios cursos de teatro, entre ellos el laboratorio teatral Malayerba y la escuela de teatro El Cronopio, en Quito - Ecuador. Sin embargo, es hasta 2012 que empieza a producir sus propias obras de manera profesional e independiente.

En 2012 es cofundadora del colectivo teatral español - ecuatoriano El Gran Ticlop. La obra Fuga en la zona roja, es la primera propuesta de dramaturgia de Sozapato (Sofía) junto a su colega, el actor Enrique Mediavilla.

En 2018, la artista abandona El Gran Ticlop y funda su propio grupo teatral: Chalata Clown, en el que además se arriesga a escribir y dirigir su primer unipersonal: La anacoreta. Durante la pandemia del 2020 Sofía lanza una serie de videos cortos con uno de sus personajes "Clavijita", una niña clown. Entre las series publicadas están: Ideas para no aburrirse en la CLOWNrentena, TIPisitos y El CLOWNsultorio de Clavijita.

Sozapato es el seudónimo artístico de Diana Sofía Zapata Ochoa (Quito, Ecuador, 2 de julio de 1984). Es ilustradora, diseñadora, actriz y activista del pensamiento creativo infantil.

Su trabajo como ilustradora se ha publicado y reconocido en varios países, siendo seleccionada como una de los 500 mejores ilustradores del mundo en el año 2019.

Es una reconocida autora de libros álbum con títulos como: Matilde, Distinta, Debajo de hoy y Hogar. Es una de las ilustradoras más relevantes de Ecuador por su trayectoria y versatilidad. Varios de sus libros son parte de la lista de Honor del IBBY.

En 2020 el "New York Times" en español publica su texto ilustrado “Metamorfosis inevitables” y este mismo año es finalista y mención de honor en la categoría de diseño gráfico en la 7.ª Bienal Iberoamericana de Diseño en Madrid – España, con su obra Cartografía Sonora del Yasuní, una propuesta inédita de la artista que retrata de manera visual/metafórica los sonidos encontrados en la zona del Yasuní durante el año 2019.

En 2018 funda la primera editorial ecuatoriana que desarrolla el pensamiento creativo y filosófico en los niños: Ommani Ediciones.

Tomado de https://es.m.wikipedia.org/wiki/Sozapato