Nubla/ El Apuntador
Sucede en Quito gracias al 2do Encuentro de educación no formal en Artes, denominado Trazos, repensando los límites; organizado por Casa de la Cultura Núcleo de Pichincha, que tuvo como objetivo central discutir los límites entre lo formal y no formal en la educación en Arte, evento al que estuvieron invitadas 7 universidades del país y varias agrupaciones.
Una jornada de 5 días, desde el miércoles 22 al domingo 26 de marzo, durante la cual se presentaron: Los cuatro elementos -obra de la UTPL-. Ausencia, un lugar cualquiera -obra de UCE-. Sin la sal de la vida -obra de UArtes-. De cómo murió el teatro -Colectivo Yama-
Nubla, es el nombre de un trabajo realizado por el Laboratorio de Etnoescenología de la Facultad de Artes de la Universidad de Cuenca, dirigido por Paúl Sanmartín y Rocío Pérez, junto a los intérpretes y co-creadores Augusta Angamarca, Alexis Bermeo, Carlos Cortez, Katerine Espejo y Silvana Ochoa
De acuerdo con la información proporcionada en su ficha técnica precisan que, es ‘teatro aplicado’, concepto que en la Academia surge en la década de los noventa en Inglaterra, y se refiere al teatro que se realiza fuera de la convención escénica occidental, y de acuerdo con Anne Nicholson abarca “actividades dramáticas que existen principalmente fuera de las instituciones teatrales convencionales y que están destinadas específicamente a beneficiar a los individuos, las comunidades y las sociedades” [1]
Esta propuesta teatral, nacida en el Laboratorio de Etnoescenología, neologismo, según P.Pavís, forjado por Jean Marie Pradier en 1995, para denominar a una nueva disciplina que amplía el estudio del teatro occidental a las prácticas espectaculares del mundo entero, en particular las que proceden de rito, del ceremonial, de las prácticas culturales, desde una mirada liberada del eurocentrismo.
La Etnoescenología aparece como resultado de las transformaciones, que desde el siglo anterior, se han venido dando en las artes del espectáculo, desde miradas que intentan desligarse del modelo occidental, eludir, como se ha insistido, todo tipo de etnocentrismo y ocuparse de manifestaciones teatrales cuyo objetivo es visibilizar ciertos fenómenos o circunstancias puntuales relacionadas a grupos humanos concretos, como sucede precisamente en Nubla, cuyo objetivo es visibilizar, luego de las investigaciones realizadas, cómo las comunidades del páramo, han resistido en una posición de defensa del agua y la extracción de minerales en las zonas hídricas de la provincia del Azuay.
Sabemos que el Teatro Aplicado abarca tres áreas: la educación, la salud y la comunidad. En este caso, Nubla realiza una propuesta teatral cuyas líneas de acción visualizan un problema comunitario preciso, y tiene como objetivo sensibilizar al público y ponerlo al tanto de una situación que debería competirnos a la sociedad en general; lo hace mediante un lenguaje que amalgama teatro y danza, y construye una puesta en escena intencionalmente alejada de la forma teatral predefinida, apelando así a una transformación de la sensibilidad y estética consabida.
Entre las premisas dadas para ‘mirar’ el espectáculo estaba la de mantenerse en el escenario, trazando un círculo alrededor de los intérpretes y con la libertad de moverse cuando así lo desee el público. Sin embargo, debido a que la concurrencia fue mucho más de lo esperada, no hubo otra salida que ubicarla en las butacas como segunda opción de espectadores.
Dada esta particularidad de la obra, vale escuchar el diálogo establecido después de la función que por cierto, se dio en medio de este 2do Encuentro de educación no formal en Arte, donde luego de cada función se establecía un diálogo entre artistas y asistentes, actividad que permitió escuchar las diversas formas de recepción del espectáculo, que compartimos a continuación
Espectador 1. Buenos días con todas, con todos y todes, quiero referirme a algo que tiene que ver con la puesta en escena ¿cuál fue la razón de tener a la gente parada, sabemos que en una puesta en escena todo tiene que estar justificado dramáticamente, cuál fue la justificación para tener a los chicos parados y, además evitar la visión de lo que ustedes (lx actorxs) estaban haciendo, esto lo pregunto sabiendo que es algo que no se debería hacer, porque tendría que estar explicado en la obra misma, no entiendo para qué el círculo alrededor de los artistas, si este teatro es circular, bien podríamos haber estado todos acá. Desde la butaca, yo sentía más incomodidad porque ese círculo interrumpía, y sabemos que la incomodidad distrae de la historia, además a quienes estaban en el círculo los veía que estaban inquietos, querían sentarse. En fin, ¿cuál fue la justificación?
Paúl Sanmartín: Yo puedo explicar, primero el punto de vista de estar dentro del escenario difiere mucho del punto de vista de un espectador sentado; esa es la primera respuesta; adentro quizás la incomodidad sea parte de estar en ese sitio; siempre se pensó la obra en el escenario, no es una obra para ver sino para experimentar. La complicación, y entiendo tu punto de vista, es que llegó muchísima más gente de la esperada.
Espectador 1. Si querían incomodar a la gente debían estar todos incómodos, no solamente los que estábamos afuera
PS: Justamente, esa era la idea, pero se nos fue de las manos por la situación que expuse. Pero más allá de eso, creo que hay un ejercicio político en la acción, que tiene que ver con la intención de que el público participe en una experiencia de resistencia, porque las experiencias de resistencia son justamente de pie, la gente marchando, cantando y así resisten. Esta obra nace de este ejercicio, no sé si se logra, entiendo que en tu caso no, pero es una construcción que requiere mucho más cuidado, por eso ayer que hablábamos y los organizadores nos decían que vendrán más de las 45 personas, que es el límite de asistencia, ya previmos una dificultad. Nos decidimos tomar el riesgo y pensamos que también esas personas sentadas iban a vivir un tipo de incomodidad. Tu reacción nos muestra que hay que tener mucho cuidado con la exposición de las personas.
Actriz/bailarina: Buenas tardes y gracias por compartir con nosotros, por venir en esta mañana. Hay algo que, desde adentro a mí me pasó, y hay algo que puedo acotar en la respuesta que dio Paúl, este montaje se piensa desde la marcha y la resistencia de las comunidades indígenas y debemos ser conscientes de que, esto de sentarse y ver, es algo que pasa en esa realidad, porque cuando ellos salen a manifestar, muchos de nosotros estamos en nuestras casas ‘viendo’ esa resistencia y juzgándolos. En lo personal creo que es una posición cómoda. Este es el segundo espacio en el que accionamos esta propuesta, el primero era muy grande, a diferencia de este es mucho más pequeño que, sin embargo, nos ha permitido conectar en otra circunstancia. Si no les satisface mi respuesta lo entiendo, porque seguramente su experiencia fue totalmente distinta; y esto también es bonito porque entendemos, desde adentro, lo que nos va pasando.
Espectadora 2. Quiero compartir lo que sentí en la obra; sentí esa incomodidad, esa tensión que se vivió desde acá al no poder estar inmersa en esa rueda donde estaban. Pienso que, es una gran estrategia de la dramaturgia, sentí que me halaba a estar allá, en el momento del sahumerio y el humo, sucedía algo con mis sentidos, se pusieron más atentos, no era cualquier cosa lo que estaba pasando; luego esos juegos, los roles, luego la ruptura y todo eso a mí me llevó a otra cosa, a más de la incomodidad de estar aquí; acepté la incomodidad para entender lo que estaba sucediendo. Para mí la obra fue super pensada, aparte quería comentar sobre el vestuario que está espectacular, ¿cómo llegaron a esas gamas de colores grisáceos?
Toma la palabra Anita Kobagango. En primer lugar, diré ¡qué gusto conocerlos chicxs!
la verdad que hemos trabajado juntos, pero a la distancia, hoy es la primera vez que nos encontramos de manera personal.
Respondiendo a la pregunta diré que, para mí fue un trabajo muy interesante porque como actriz y vestuarista intentaba interpretar y entender las necesitados del montaje, de los chicos y del director, es vital entender la temática, cuál es la intencionalidad de la obra, y dentro de esto, ellos ya tenía ciertas escenas montadas, entonces yo como actriz empiezo a sentir lo que ellos necesitaban del vestuario que aporte a su montaje, y así fue naciendo la cromática, y a partir del movimiento, la textura y el material; todo eso fue una experiencia muy especial de creación.
Espectadora 3. Más que pregunta quiero hacer un comentario, Yo primero agradezco por habernos transmitido esto. Para mí el teatro está hecho para incomodar no para complacer, y cuando denunciamos y no complacemos, y somos la voz de los que no pueden hablar, no pueden transmitir lo que necesitan, ahí es donde estamos haciendo nuestro trabajo, y me surge una pregunta en función de lo escuchado, ¿si se sentían incómodos arriba, por qué no avanzar al círculo, moverse? ayer por ejemplo, en la ponencia alguien decía que hacer arte es florecer donde estés, y hoy día decidí eso, florecer donde estaba, me involucré con miedo, con quien soy…
PS. Encuentro necesario hablar también de la iluminación y entender cómo los cuerpos a través de la neblina pueden encontrar una textura, le doy la palabra a Rita, diseñadora de iluminación y diseño escénico.
Rita Rodríguez. Nubla ha planteado todo un reto en cuanto a iluminación y el diseño escénico en general, porque al pensar en la iluminación, lo primero, siguiendo la regla básica lumínica: tiene que verse, evidenciar el objeto cuerpo. En este caso como hay espectador en sentido tradicional, había que pensar en la luz para estar; como actantes y bailarines sentimos la iluminación, siempre nos dicen “ponme la luz”, entonces en ese sentido hay ya un cambio “luz para sentirse”, de modo que eso demanda un trabajo en conjunto, en lugar de “échame la luz” se dio un diálogo pensando en el páramo, para crear la atmósfera de la luz habitando en el páramo. No sé si se logra habitar el espacio de la luz y, si esa narrativa lumínica logra funcionar como la narrativa del vestuario, de la caracterización, no siendo un valor agregado sino parte integral de la obra. El estreno lo hicimos en otras condiciones, hoy nos costó mucho trabajo adaptarla acá, pero bueno, los retos ayudan muchísimo y justamente con Paúl y el equipo hablábamos esta mañana de todas estas dudas, empezando por el tema del espectador sentado, yo le animaba y le decía veamos qué pasa, porque a lo mejor no tenemos el chance de estar en un teatro de las características del Prometeo. Hoy fui también espectadora y fue una experiencia nueva.
Espectadora 4. Felicitaciones, mis felicitaciones a ustedes, me voy con el corazón muy caliente. Mientras estaba aquí me dolió la espalda, así que me senté en el piso porque estaba tomada por una energía, y más cuando dijeron eso de abrazar lo inexistente, en ese momento la dramaturgia para mí tomó todo el sentido, incluso mi existencia dentro de este círculo, porque pensaba que lo que nos une con la naturaleza es la energía. Gracias ustedes, trascendieron en este espacio escénico.
Ficha técnica:
Interpretes creadores: Augusta Angamarca, Alexis Bermeo, Carlos Cortez, Katerine Espejo, Silvana Ochoa.
Testimonios: Ruth Pugo, Carmen Pérez, Lizardo Shagui.
Diseño Sonoro: Marcelo Villacis, Pedro Astudillo, Moti Deeren. Diseño de iluminación: Rita Rodriguez
Diseño de vestuario: Anita Kobagango, Maria Belén Pacheco.
Realización de Escenografía: Cesar Patiño.
Apoyo logistico: Jared Cortez, Camila Rivas, Katerine Cayamcela.
Dirección y Producción General: Grupo de teatro colectivo Mano3
Nubla, se estrenó el 25 de enero, en el Teatro Carlos Cueva, en Cuenca.
Teatro Proteo, marazo 24-23
[1] Nicholson, Helen. 2005. Applied theatre: The gift of drama. Basingstoke: Palgrave Macmillan.