Pablo Palacio tamizado /Paulina Soto-Aymar
Débora no aparece. No es siquiera un espíritu. Es quizás una evocación del pasado o un deseo que el autor distribuye entre todos los hombres. La novela no es tal, es una serie de recuerdos, reflexiones súbitas, miedos y deseos de un sujeto vulgar, de lo más vulgar. Palacio suelta el nombre de una mujer ajena en la narración casi al final, como si de repente se diera cuenta de que debía justificar el título de su texto. “Débora está demasiado lejos y por eso es una magnolia. Habríamos ido a verla”, nos dice.
Obra: Débora. Bailarinas: Camila Leiva, María Emilia Soto, Rebeca Matute, Carolina Napoleoni, Ana Sarmiento, Alejandra Córdova, Diana Matamoros. Foto: Roberto González.
Esta obra intangible, escrita en 1927, es la base e inspiración para la obra de danza contemporánea “Débora” producida por Lojadanza. Por supuesto, si se hubiese respetado la voluntad a de Pablo Palacio, lo que habría resultado es un completo ridículo, pues esa fue su intención al escribir Débora, burlarse del lector y sus convencionalismos. La obra presentada funge así de una suerte de filtro que tamiza la desesperación, soledad y añoranzas del autor, y que nos permite, de alguna manera, pasar por encima de su mueca burlona, de su total desidia por la sociedad y atisbar la belleza de sus resquebrajamientos.Es así que, magistralmente interpretados por el cuerpo de baile, se pueden observar ciertos objetos narrativos que cobran vida en el escenario: el ambiente urbano, el teniente que observa, espera y piensa, los muchachos que juegan en una libertad salvaje, la mujer de paga, la distancia entre hombres y mujeres que a veces se entrecruza en una cercanía sensual, los bolsillos vacíos, la soledad, la muerte de su niño interior y Débora, o quizá la madre de Palacio, muerta tempranamente y que el autor evoca en varias de sus narraciones como una dolorosa sombra.
La presentación es una bellísima conjunción de coreografía, música sinfónica en vivo, coros y luces. El vestuario, que consiste en abrigos largos, está muy bien pensado para dar realce a los movimientos, comodidad y elegancia. El diseño citadino nos ubica en la modernidad y los colores son vivos y estéticos. El diseño de iluminación está muy bien coordinado con el ambiente; penumbras, tonos azulados evocan la caminata nocturna del teniente.
Obra: Débora. Bailarín: Nixon Quishpe. Foto: Roberto González.
Los elementos escénicos, más que objetos reconocibles, son conceptos artísticos cambiantes: banquillos que permutan de objeto utilitario a lúdico, prendas que caen y se desordenan como en una avalancha, marcos cuadrados que se convierten en una ventana, pintura, un túnel o una casa; objetos sencillos que producen en el espectador ideas complejas, desde evocaciones de juventud hasta cárceles domésticas en las que las mujeres viven una desesperación aislada.
Aunque toda la puesta en escena constituye una suma de esfuerzos tanto logísticos como artísticos, es importante destacar la magnífica creación de la música original, las voces y el laboratorio coreográfico que llegó a resultar en la bella expresión del cuerpo y los roles que transmutan y se aglomeran con facilidad de un lenguaje individual a uno colectivo.
Es, en definitiva, un espectáculo profundo, orgánico, colorido y a la vez lúgubre, de técnica impecable y muy bien coordinado. Un obra original que quizá no lleve en sí misma la ironía de Palacio, pero sí la nitidez de sus abstracciones y la lobreguez de su alma atormentada. El fino tamiz que se usa para interpretar las palabras del escritor nos deja con la certera sensación del sobrecogimiento.
FICHA ARTÍSTICA
Espectáculo: Débora
Producción ejecutiva: Aura Ocampo Jaramillo
Regisseur, libreto y guion técnico: Luis Eduardo Gómez
Coreógrafo en residencia: Pedro García Alcántar
Música original: Cristian Orozco Pasaca
Interpretación musical: Orquesta Sinfónica de Loja, Coro Polifónico Municipal Director musical: William Vergara
Directora del coro: Karla Espinosa
Elenco de creadores escénicos: bailarines de Lojadanza, Danza Contemporánea UTPL e independientes: Alejandra Córdova, Ana Sarmiento, Camila Leiva, Carolina Napoleoni, Diana Matamoros, Francel Vargas, Franklin González, Kira Vega, María Emilia Soto, Nixon Quishpe, Rebeca Matute, Segundo Espinosa, Sofía Sarmiento
Diseño de luces: Santiago Vergara Anda
Diseño de vestuario: Carlos Huera Vera
Utilería: Paulina Salinas
Maquillaje: Lorena Avendaño, Lideratta
Confección de vestuario: Enrique Caticagua, Prefectura de Loja
Fotografía: Roberto González Rogo
Lugar: Teatro Nacional Benjamín Carrión Mora
Fecha: 25 de febrero 2022 – Hora: 20:00.
Libro: Palacio, P. (1997) Obras Completas. Antares No 141. Libresa.
