QUÉ ES SER ACTOR/ACTRIZ: UNA REFLEXIÓN NECESARIA Víctor Hugo Gallego[i] (Especial para El Apuntador)

¿Qué es el actor, la actriz? Cada día, antes de ser actor/actriz en ejercicio, debe estar cerca-dentro del corazón de la vida, atentos a oír todos los sonidos, como también los propios que son una respuesta a los que se entrecruzan y obligan a la indagación. El actor/actriz tiene que ver todas las luces, todas sus elipsis, urgirse con todos los tactos. Debe estar siempre en búsqueda de su voz y su palabra, aprender pacientemente a articularla, a volverla silencio; no silenciarla.  

Una hora de felicidad. Pancho Arias. Foto Silvia Echevarria El Apuntador

El actor/actriz, a la voz y a la palabra debe gritarlas, chirriarlas, remansarlas, cantarlas. El actor, la actriz debe desconfiar y no creer que todo lo emocionado ya lo tiene y dejarse estar. Habría perdido la  oportunidad de subir sus creaciones al escenario de una plazoleta o de un teatro. Debe andar tacto a tacto con la vida, la propia y la de los otros y de esta relación ser capaz de crear dedicadamente trasfiguraciones de toda índole y característica.

Memora. Pilar Tordera. Foto Silvia Echevarria El Apuntador

No debe embodegar, almacenar, todo lo conseguido en el ámbito de estas creaciones. Solo dejaría un rastro de pieles embalsamadas y él/ella sería un hábil taxonomista. El actor y la actriz están para correr el riesgo diario de ser, cada día, otro/a y distinto/a. En el oficio de la actuación todo es nuevo y hasta lo viejo está por hacerse: HACERSE. El actor/actriz nombra, dice con todo el cuerpo tanto cuando está en quietud, cuanto cuando se mueve y crea las direcciones, las orientaciones, las densidades, los tiempos, los compases en el espacio. Siempre le surgirá la pregunta, cuando crea haber terminado una instancia, ¿y ahora qué?, ¿y ahora qué sigue? No debe detenerse y debe contemplar el punto del camino al cual ha llegado para seguir. El actor/actriz es un espía, toma todo lo prohibido, lo permitido, lo inaudito, lo invisible, lo inexistente.

Una hora de felicidad. Pancho Arias, María Beatriz Vergara. Foto Silvia Echevarria El Apuntador

A la vida, cerca de cuyo corazón está-vive el actor/actriz, no se la acumula. Se la convierte en materia y objeto de la vida escénica.

PREGUNTAS A UN TALLERISTA

¿Cómo ves esta situación y estos personajes? ¿Qué son? Define la situación en que se encuentran los personajes, el desarrollo de la misma, qué narra. Contémplala. Determina posibilidades de teatrización. En la revisión crítica que hará el grupo, se definirá qué espacios se han creado (virtualizado) qué se ha hecho con el tiempo del acaecimiento de la situación dramática (cronológico-asaltos-secuencial. Qué puede contener la secuencia cronológica o las instancias producidas a saltos). ¿Se han producido rupturas? ¿Cómo y por qué? (Determinar las rupturas que se han producido de modo espontáneo y otros por inducción del actor). ¿Qué son para ti las acciones? ¿Cómo las determinas? ¿Cómo las realizas. 

Todo esto en dirección a crear sentidos y significaciones teatrales de la ficción. ¿Cómo evidenciar la ficción para evitar naturalismos, realismos en la teatrización del acaecimiento dramático? Crear motivo y desarrollo del conflicto. La relación entre los diferentes conflictos: transición, centralidad del conflicto, carácter transitorio del conflicto en los procesos en relación interna de cada conflicto y con los otros. Cómo deja abierto el hecho de que hay múltiples posibilidades de relación, desarrollo, superación, resolución de los conflictos, a menos que ciertas contradicciones sean antagónicas, es decir irresolubles y solo podrán resolverse con el derrocamiento, o transformación total del hecho dramático, es decir del suceso-acaecimiento que se narra teatrizando.

Antes de lo citado, crear la fábula, es decir el contexto socio histórico, económico, político, sociológico de la situación dramática y de la obra. Luego, crear y desarrollar el argumento de las situaciones dramáticas, es decir, su urdimbre o el entramado y su desarrollo. Su singularidad, su concreto argumental. 

EXPRESIÓN

¿Cómo hacemos emerger la emoción?

A través de la escritura con el cuerpo en el espacio y un tiempo determinado. Esta emergencia de la emoción se ha determinado en este proceso, aunque se puede tener una noción previa de tiempo y de espacio.

Espacio y tiempo parecen depender de condiciones psíquicas y de no existir en sí mismos, sino que solo son puestos por la conciencia. Para el hombre primitivo espacio y tiempo es un asunto dudoso. Exclusivamente en el curso de la evolución intelectual llegaron a ser conceptos, principalmente a causa de la medición.

En este aspecto (el de la medición) entran en función el intelecto y el entendimiento y, entonces, estamos frente a la propiocepción (la percepción del mí mismo): siento, entiendo mi presencia, la percibo (postura cero). Esta propiocepción entrará luego en relación con otras presencias y  partir de ello se da la percepción de mis límites, de contorno y aparecerá la interioridad en ellos contenida. Me veo impelido a percibir distancias: cerca, lejos, encima, abajo, adelante, atrás; ubicación: izquierda, derecha, centro, inclinaciones. Y desde este modo encontraríamos el sentido y la proyección de las direcciones, posiciones y orientaciones.

Estas percepciones crean en el sujeto las motivaciones necesarias o a percibir la necesidad motivada: ir hacia, venir desde, voltear, girar, subir, bajar, reptar, saltar que el sujeto resuelve con el descubrimiento paulatino, procesal, del dominio del movimiento, esto es, conseguir la facultad, la potencia, la aptitud física y/o moral emocional, conductual, sentimental. El movimiento define: caracteriza el espacio, produce el espacio significativo. Crea y desarrolla, además, el sentido, la noción del ritmo y en ello la noción del tiempo: duración, detenimiento, comienzo, finalización y desarrollo de los motivos-impulsos-reacciones; lo espontáneo, lo intencional. En el actor se estructura la capacidad del ejercicio de la voluntad y decisión (toma de decisiones).

El actor percibe el ámbito de su economía corporal: trabajo, labor, esfuerzo y producción de la vida y movimiento espiritual, así como la interioridad y proyección exterior en signos. (Gestos). En este proceso que estructura y forma su mente consciente a través de la actividad discriminatoria, de elección-selección, corrección, anulación o transformación de ideas, sentimientos, emociones, conductas que le llevan a descubrir y crear formas expresivas.

[i] VÍCTOR HUGO GALLEGOS Ecuatoriano, quiteño

Estudios: Sociología, periodismo, literatura. (Estudios no concluidos)

Teatro: Instituto Ecuatoriano de Teatro; Seminario de dirección Teatral en Rostock.

Talleres y seminarios dictados en Caracas, Cali, La Habana y Buenos Aires.

Docencia:

Profesor de actuación en la Escuela de Teatro de la Facultad de Artes de la Universidad Central del Ecuador (30 años). Universidad Católica, Ciencias Humanas (Dirección del grupo de teatro); Salesiana (dirección de actores para radioteatro)

Director, actor, dramaturgo con más de 50 años de experiencia.

Actor de radio, cine y televisión.

Miembro del Teatro Ensayo desde 1969 hasta 1982, donde fue actor, dramaturgo y director.

Fundador del Teatro Estudio de Quito en 1986.