VB Ingeniería teatral / Un encuentro con lo súbito / Santiago Rivadeneira Aguirre

Los encuentros –a veces importan el momento, la índole y la cualidad- están enmarcados en lo súbito: de ahí que el carácter de lo imprevisto, sea también una aventura magnífica que se convierte en una de las grandes leyes de la convivencia. Y, además, se puede reconocer de inmediato, ese otro elemento de grandes y prometedores alcances que es la obsesión de la que surgen, en ocasiones como torrente incontenible, la imaginación y la intuición. Tal vez con esta somera introducción, pueda hacerse el trazo de un súbito encuentro con el grupo colombiano VB Ingeniería teatral, dirigido por Fanny Baena y Fabio Velasco, que se produjo en el marco del Festival Internacional de Teatro de Manta en septiembre de este año.

VB Ingeniería Teatral se formó hace 10 años. Fanny Baena y Fabio Velasco, sus directores, tienen una trayectoria amplia en el teatro colombiano, con un proceso formativo que se inició en 1988 y la posterior vinculación al grupo La Candelaria dirigido por Santiago García. Parte de ese recorrido con VB Ingeniería Teatral, acopia el registro de obras como “Enano + Botella=Encierro” de Abilio Estévez, “Ana y el mago y el aprendiz” y “Una mariposa se posó en tu hombro el día en que dijiste que sí” de Arístides Vargas, El Otro animal y Still Alive, esa es la cuestión, estas dos últimas de Fanny Baena.

Still Alive. Esa es la cuestión (ganadora de la Beca de Creación Teatral del Ministerio de Cultura de Colombia), clausuró el 34 Festival de Manta. La obra mostró lo súbito, la emoción y el instinto también como un encuentro, esta vez con el teatro y el arte, (que la pandemia, súbitamente, cubrió con un sudario temporal) convertidos ambos, otra vez, en ‘la región de los iguales’, según la definición de Víctor Hugo. Pues, en esa región de los iguales, afloraron las teatralidades y la ficción, en medio de situaciones in/existentes o con una presencia que nunca deja de lado las relaciones impensadas, para propiciar la suspensión de la incredulidad, cada vez que intercambian los roles mientras los personajes –esa es la cuestión- dejan su propia ficción para retornar a sus circunstancias.

Pusimos especial atención en los objetos y los modos alternativos que se usan para ‘hacer’ y ‘deshacer’, con los cuales los actores y la actriz, como ‘obreros u operarios’, juegan a la representación de la representación. Lo que predomina, entonces, es lo relativamente insustancial de los objetos para que el juego escénico de Still Alive. Esa es la cuestión llegué a la definición de las emociones que conduzcan al espectador a la posible ‘caracterización del objeto de la respuesta’. ¿Cuál o cuáles respuestas, conjeturando que esa sea la cuestión? La bronca, el dolor, la esperanza, la manipulación del poder, las traiciones que no han sido pocas  a lo largo de los años, y sobre todo, los sentimientos de quienes han soportado una guerra interna absurda y procaz.

La directora de la obra, Fanny Baena, habla de ‘la construcción de espacios diversos en el escenario’, para ‘repensar, deconstruir e indagar las salidas a la restauración del país’. Esos espacios diversos están en el escenario, a la vista del público que primero observa y después se integra. Por lo tanto, insistimos, se propicia una suerte de ‘suspensión de la incredulidad’ necesaria, que opera como un elemento concluyente para asir la ficción y entrar directamente a la expansión que la obra está proponiendo. En el terreno de las emociones, es decir, en aquello que concierne a las implicaciones, los personajes recurren a los objetos de la ficcionalidad, como los trajes, la utilería, la iluminación, la música el apuntador, para ajustar las teatralidades que despuntan en el juego imaginario que se perfecciona por la relación actores/ficción/realidad/público.

Estaríamos, de alguna manera, ante el aparecimiento del valor heurístico de la narración, que tiene su sustento alegórico en Shakespeare y en algunos de sus personajes significativos como: Macbeth, Ricardo III, el Rey Lear, Cordelia, Goneril, Hamlet o Titania. Y cuando se habla de narraciones, hay que entender, además, el claro predicamento de una dramaturgia que se plantea con inteligencia, su propio regocijo: coexistir con la grandeza del espectáculo y potenciar la creatividad que el juego escénico demanda. Esa sería la construcción o la experimentación que finalmente se vuelven acto.

Still Alive. Esa es la cuestión es un divertimento único, que trae consigo experiencias inestimables alrededor del juego teatral, que termina apelando a la conciencia del espectador, al mismo tiempo que deja sentada su prerrogativa sobre la ficción y la realidad. Sin embargo, el espectador no deberá dejar de reaccionar ante las últimas imágenes, los rostros y los perfiles de los desparecidos y asesinados, que los actores y la actriz alinean en el escenario de la representación, entre los cuales también reconocemos a Jaime Roldós y Eloy Alfaro.

Ficha técnica

Obra: Still Alive. Esa es la cuestión

Dramaturgia y dirección: Fanny Baena

Intérpretes: Fabio Velasco, Luisa Castillo, Rodrigo Sánchez

Asistente general: Richard Galeano

Música: Daniel Sosa

Laboratorio Corporal: Conno Tissoy

Producción audiovisual: Leyda Ortega

Directora de Arte: Susana Botero